Permiso sin goce de sueldo, a la espera de la decisión de Colo Colo: las amargas horas que definen el futuro de Jordhy Thompson

La situación deportiva de Jordhy Thompson está en el aire. El futbolista salió del penal Santiago 1 después de que se revocara la medida cautelar de prisión preventiva, la que se cambió por la de arresto domiciliario nocturno.

Claro que el jugador aún pertenece a los registros de Colo Colo, al menos en la formalidad. Sin embargo, en el seno del directorio de Blanco y Negro hay diferencias claras en cuanto a lo que ocurrirá con el talentoso extremo.

Así quedó de manifiesto en la postura de uno y otro bando en sus declaraciones públicas. En ese sentido, el presidente de la concesionaria, Alfredo Stöhwing, fue tajante sobre la situación de Thompson.“No nos hemos puesto a evaluar la continuidad del jugador. Está separado del plantel, no va a jugar en el resto del año. Y, en realidad, como opinión personal, veo difícil que juegue el próximo año también”, dijo el mandamás del club a El Deportivo.

Una opinión que contrasta con la de otro director. Aníbal Mosa fue menos terminante al momento de analizar el futuro del deportista, aunque advirtió que lo más importante es recuperar a la “persona” “Vamos a discutir al interior del directorio qué es lo que vamos a hacer, cómo vamos a proceder en la persona de Jordhy Thompson. Porque más allá del futbolista, detrás del futbolista, hay una persona. Y cuando una persona cae en desgracia, la familia, la institución, los amigos tienen que estar ahí para ayudarlo y rescatarlo. Hay que salvar a este muchacho del problema que está metido”, aseguró el puertomontino.

Una decisión que solo se conocerá cuando el directorio de la sociedad anónima deportiva defina la situación contractual del controvertido futbolista acusado de femicidio frustrado y desacato.

En lo inmediato, según se enteró El Deportivo el jugador se encuentra con permiso sin goce de sueldo hasta el martes, fecha en la que se le notificará cuál es la decisión de la institución de El Monumental.

Thompson tiene contrato hasta diciembre de 2024 con el equipo de Macul, con un sueldo que está muy lejos, por ejemplo, de los 70 mil dólares que recibe el atacante paraguayo Darío Lezcano.

El juvenil de los albos recibe 1,3 millones de pesos cada 30 días como miembro profesional del equipo. En ese sentido, si Colo Colo acuerda prescindir de los servicios del delantero deberá pagar la totalidad del vínculo, cerca de 17 millones de pesos, una suma que es completamente abordable para un club que tiene una planilla mensual sobre los 500 millones.

En caso de que eso ocurra, el cuestionado atleta quedará con el pase en su poder, con la opción de firmar por cualquier otra institución. En ese escenario, el club que quiera llevarlo solo deberá cancelar alrededor de 300 mil dólares por los derechos de formación del jugador.

Sin embargo, la situación judicial del jugador puede entrampar la opción de buscar nuevos rumbos. Un panorama con más sombras que luces, ya que el proceso sobre Thompson continuará al menos por otros dos años.

En lo inmediato, el juvenil se encuentra en libertad vigilada. Es decir, cualquier infracción por mínima que sea podría devolver al extremo de los albos al recinto penitenciario para cumplir una condena de cinco años y un día.

Si el nuevo club interesado es del extranjero tampoco habría un obstáculo insalvable. Ya que, en caso de tener un contrato profesional, el atleta solo debería pedir un permiso formal en los medios establecidos por la Cancillería para poder emigrar.

Pero todavía no está todo dicho para Thompson, también existe la opción de que el club decida respetar el vínculo con el deportista, situación que requiere una serie de protocolos para concretarlo.

Según el estatuto de los jugadores, no existe la posibilidad de que el delantero pueda ser enviado a entrenar con el plantel juvenil de Colo Colo, en el caso de que la directiva así lo decidiera.

El solo hecho de que el jugador tenga contrato como profesional en el primer equipo obliga a que este se entrene con el plantel. En caso de contrario, deberá hacerlo en horario paralelo al resto de sus compañeros, bajo la supervisión de un preparador físico y un miembro del cuerpo técnico.