Mientras Perú luchaba por despedirse dignamente del Mundial, con una reivindicatoria actuación frente a Australia, uno de sus jugadores lo pasa mal. El lateral Luis Advíncula, uno de los buenos valores del equipo de Ricardo Gareca, es objeto de manifestaciones de carácter racista por parte de los fanáticos de los Socceroos.

La situación es advertida por periodistas incaicos que asisten al encuentro. Consignan que cada vez que el carrilero toca el balón, los aficionados imitan el sonido de un primate. "FIFA castiga severamente el racismo en los estadios. Los sonidos de la barra australiana hacia Advíncula, simulando a un mono, merecen una sanción ejemplar", consigna el periodista Carlos Salinas, director de Líbero, a través de su cuenta en Twitter.

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