Una de las buenas noticias para Colo Colo ha sido la irrupción del juvenil Luciano Arriagada. El delantero anotó frente a La Serena por segundo partido consecutivo, entrando en los minutos finales, tal como lo hizo ante Huachipato en el anterior partido de los albos, y frente a Coquimbo, el año pasado. Sus condiciones le han valido los halagos de los históricos del club.
“Yo no traería un refuerzo para esa plaza. No estoy en la interna, no sé lo que estará pensando Quinteros, pero yo no traería otro. Me la jugaría con los de casa”, señaló Carlos Caszely a El Deportivo. Sin embargo, el deseo del Rey del Metro Cuadrado choca con la idea del DT del Cacique, quien no echa pie atrás a la idea de buscar un nuevo atacante.
“Yo no cambio mi opinión y sé lo que el equipo necesita. Ojalá que cuando se abra el libro de pases podamos incorporar un delantero”, había dicho el entrenador tras el partido ante Huachipato, algo que mantiene, pese al nuevo golazo del canterano y el buen momento de Iván Morales. La principal razón que se escucha en el Monumental es que ambos necesitan un goleador de experiencia que les marque el camino y porque un club como Colo Colo también necesita de madurez para equilibrar una plantilla tan rejuvenecida.
Por otro lado, en el cuerpo técnico no cuentan con Nicolás Blandi. El argentino ha estado lesionado y ni siquiera en los entrenamientos ha encontrado regularidad para ganarse una oportunidad. “No está bien”, afirman desde Pedreros. Tiene abiertas las puertas del club para buscar un nuevo destino, lo que de paso liberaría un cupo de extranjero y aliviaría las exigidas arcas del cuadro popular. Es por eso que la llegada de un “9″ sigue siendo prioridad para el exseleccionador boliviano.
Asimismo, el delicado momento económico por el que atraviesa el club hace que no haya mucho presupuesto para satisfacer el pedido de Quinteros. Incluso, algunas voces en el directorio no ven con malos ojos que se siga apostando por los juveniles, mientras que a otros miembros de la mesa no les cae muy bien el hecho de que el estratega de vez en cuando les recuerde por la prensa sus peticiones de refuerzos. A pesar de esta inquietud y del natural tira y afloja a la hora de hacer solicitudes, el ambiente en Macul es notoriamente mejor que el de la aciaga temporada pasada.