Era la gran discusión del deporte olímpico durante esta semana. Y hoy, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) decidió cerrarla readmitiendo a la cuestionada Agencia Antidopaje Rusa (RUSADA), cuya licencia fue suspendida hace tres años ante las acusaciones de dopaje de Estado, denunciadas en investigaciones periodísticas y legales.
El presidente de la AMA, Craig Reedie, explicó hoy que "la gran mayoría" del consejo ejecutivo de la AMA decidió restituir a la RUSADA, aunque con "condiciones estrictas", según informó la agencia en su cuenta de Twitter. Lo cierto es que fueron nueve votos a favor de la decisión y dos abstenciones las que permitieron la vuelta de Rusia.
Entre las condiciones exigidas figuran la de dar pleno acceso a la AMA en un plazo de tiempo limitado a los datos y pruebas efectuadas por el antiguo laboratorio antidopaje de Moscú, supuestamente implicado en una trama para encubrir los positivos de los atletas rusos.
La decisión ha causado bastantes quejas. En los últimos días, la propia Comisión de Atletas de la IAAF había enviado una carta a la AMA pidiendo no reaceptar a la Rusada y ahora, el documentalista Bryan Fogel, autor de Icarus, el documental ganador del Óscar en la última edición, se lanzó en contra de su presidente, Craig Reedie, acusándolo de "criminal".
"A la integridad en el deporte y cualquier último vestigio del Ideal Olímpico sólo se le dio otra jodida por la Wada, cuya carta es proteger a los atletas de los tramposos. Resulta que la verdadera protección que necesita un deportista limpio es la de Wada y su Presidente criminal, Sir Craig Reede", titueó Fogel.
El miércoles, el propio Grigory Rodchenkov, el científico sindicado como encargado de coordinar, ejecutar y encubrir el dopaje de Estado en la Agencia de Rusia, publicó una carta en la que explicaba el error que representa volver a aceptarla. "La AMA no debe ser víctima de manipulaciones y falsas afirmaciones del Ministerio, el mismo brazo del Kremlin que facilitó el programa de dopaje y afirmó el cumplimiento falso. Hacerlo sería una catástrofe para el deporte limpio".