Valió la pena la espera para los fanáticos de los Phillies. El tercer partido de la Serie Mundial de la Major League Baseball debía disputarse el lunes, pero se postergó por la fuerte lluvia que azotó Filadelfia.
Una pausa que aumentó la expectativa de los locales que vieron como su equipo arrolló a los Astros de Houston con un lapidario 7-0 para ponerse en ventaja de dos juegos a uno el máximo evento planetario del béisbol.
Una expresiva victoria que se basó en las dos primeras entradas, cuando el equipo local se puso arriba en el marcador por cuatro carreras a cero. En la parte baja del primer inning, Kyle Schwarber se embasó por base por bolas y el jonrón de Bryce Harper permitió el 2-0.
En la baja de la segunda entrada, los sucesivos cuadrangulares de Brandon Marsh y Alec Bohm permitieron una cómoda ventaja de 4-0 ante el equipo de Texas, el gran favorito en las apuestas.
El marcador no se movió hasta el quinto inning, cuando el mismo Schwarber bateó un nuevo cuadrangular, que favoreció a Marsh para el 6-0. En el cierre de la misma entrada, Rhys Hoskins volvió a sacar la bola del diamante para poner el tanteador 7-0 en favor del cuadro de Pensilvania.
Capítulo aparte merece el abridor venezolano Ranger Suárez, quien lanzó en cinco entradas sin permitir anotaciones del equipo de Houston, campeón de la Liga Americana.
El cuarto partido de la final, que se juega en la modalidad 2-3-2, volverá a disputarse en Filadelfia, en la jornada de hoy miércoles. El quinto duelo también se disputará en la casa de los campeones de la Liga Nacional, el jueves en la noche.
El viernes 4 de noviembre ambos equipos descansarán. Mientras que el sexto partido, de ser necesario, se disputará en Texas, el sábado 5 en la noche.