Lo que partió como un simple chiste a propósito de su edad, se convirtió con el correr de la presente temporada de la NBA en todo un símbolo de su vigencia. Manu Ginóbili, el protagonista de esta historia, no encontró nada mejor que anunciar su renovación con los San Antonio Spurs en julio pasado con una particular firma: "El Pibe de 40". Sí, aunque en ese momento todavía no cumplía las cuatro décadas, lo cierto es que estaba a pocos días del cambio de folio y era un hecho que su campaña 16 en la NBA lo tendría ya con cuarenta velitas en la torta. Y vaya que parece un chico, más allá de lo que dice su pasaporte, porque con un protagonismo inusitado, producto de las lesiones de varios compañeros, el oriundo de Bahía Blanca se ha robado las miradas de toda la liga.
Y es que para muchos resulta increíble que este hombre, que aterrizó en San Antonio en 2002 desde el Kinder Bologna italiano, siga brillando como si tuviera 20 años. Como si lo que hubiese ganado no importara y va por más. Cualquiera a su edad posiblemente ya habría dicho adiós, sobre todo con tamaño currículo: cuatro títulos de la NBA, más de 1.000 partidos con los Spurs (3º en la franquicia); integrante del Big Three con Tim Duncan y Tony Parker, siendo los más ganadores en playoffs con 126 triunfos. Así de grande es la historia de Ginóbili en la liga. Y a eso, súmenle el oro olímpico con Argentina en Atenas 2004. Así de grande, al mismo tiempo, es su motivación de continuar reescribiendo nuevos capítulos con su equipo.
Su última gran campanada fue la semana pasada, en el triunfo ante Phoenix Suns. Allí, Manu metió 21 puntos. ¿Cuál es la gracia? Fue el séptimo en la historia de la liga en sumar 20 puntos o más con al menos 40 años. Los otros fueron otros pibes tanto o más famosos: Robert Parish, Karl Malone, John Stockton, Vince Carter, Kareem Abdul-Jabbar y Michael Jordan. Pero el transandino los convirtió con menos de 20 minutos dentro de la cancha. Y en eso sí es el único. De no creer.
Todo este espectáculo dentro de la cancha ha llevado a que en su país y también en San Antonio, lo promuevan para participar en el Juego de las Estrellas del próximo mes. Sería un corolario perfecto para una campaña de ensueño. Tanto deseo existe entre sus compatriotas por verlo en el All Star que se llevará a cabo en Los Ángeles, que figuras como Messi se han hecho partícipes de la convocatoria para conseguir votantes. De ser seleccionado, sería su tercera aparición en la fiesta de mitad de temporada. Eso sí, en las dos oportunidades anteriores fue elegido por los entrenadores: en la primera (2005)fue una votación entre los 30 técnicos de la liga y en la segunda fue seleccionado directamente por Greg Popovich, su DT en San Antonio, que tenía a cargo el Oeste.
Así, mientras la campaña por instalarlo en el All Star sigue su curso, Ginóbili continúa maravillando a todos con su vigencia. Porque en una liga donde la caridad no existe, Manu demuestra que la edad no es impedimento para brillar entre los mejores del mundo.