Mauricio Pinilla llegaba en racha al Nacional. Encadenaba cinco goles en sus últimos cuatro partidos. Con toda su familia en las tribunas, ni siquiera el fuerte resfrío que lo afectaba lo privó de ratificar su buen momento.

Ya en los 8', Pinigol recibió una pelota en el área y definió al primer palo de Eduardo Lobos. Eufórico y marcándose la U, corrió a celebrar con la hinchada azul, la misma que lo ovacionó al ser presentado minutos antes. Después, en los 24', cuando Jorge Osorio cobró penal sobre Yerko Leiva, no dudó un segundo en pedir la pelota, aunque Isaac Díaz también lo quería ejecutar. Tras una conversación tranquila, sin embargo, Pinigol convenció al Torito de Fresia. Mandó a Lobos hacia la derecha y definió a la izquierda. Otro festejo eufórico. Llega a siete goles en sus últimos cinco partidos y toma fuerza en la Selección. Pizzi lo observa.

En el segundo tiempo, Pinilla hizo de motivador. Primero con Jara. Al salir del túnel le conversaba para que retomara la confianza. Luego, cuando Everton empató, alentaba a sus compañeros moviendo las manos. En lo futbolístico, salió a colaborar fuera del área. En eso, tuvo el tercero, pero la pelota se fue apenas desviada.

Lejos de estar feliz, tras el partido, Pinilla habló con CDF. "Imposible estar contento. Prefiero no hacer ningún gol y ganar los partidos", dijo visiblemente ofuscado.