El Barcelona necesitaba un cambio en el mediocampo y Ernesto Valverde lo notó en el entretiempo. Los culés caían por 0-2 ante el Betis en el Camp Nou, sin poder hacer nada ante el juego directo y la presión alta del rival.
Para Valverde, la solución era Arturo Vidal, a quien se le confiaba todo un tiempo para dar vuelta el partido y mostrar su valía. Si bien no logró lo primero, dejó bien en claro lo segundo.
Pese a ingresar por Arthur en la mitad de la cancha, el chileno se ubicó casi como un delantero extra. No compartió la misma línea con Busquets o Rakitic. No. Vidal se metía al área a buscar el cabezazo, el centro, la pelota perdida. Quería el gol.
El descuento para los azulgranas llegó a través de un lanzamiento penal de Messi, que regresó a la titularidad tras su lesión en el brazo. Parecía que la remontada comenzaba, pero Ter Stegen, con un error inusual, permitió el cuadro de Sevilla volviera a escaparse en el marcador.
Y ahí apareció Vidal. En el área chica, aprovechando un centro de Munir. El Rey se deslizó para alcanzar el balón, marcar el gol y poner a tiro el empate. Y otra vez, sin embargo, los verdiblancos se escaparon con gol de Canales a los 83'.
Los blaugranas debían batallar contra el tiempo y el marcador, teniendo un jugador menos en la cancha, luego de que Rakitic viera la roja a los 81'. Vidal no se replegó y siguió buscando el gol. Y lo tuvo, si no hubiese sido por la inexplicable interferencia de Piqué. Sergi Roberto centró desde la derecha y la pelota caía directamente a la cabeza del ex Juventus, que ya se había elevado para cabecear. No obstante, de la nada apareció su propio compañero para conectar el cabezazo y mandarla fuera. Nadie podía creer la ocasión desperdiciada. Pero nadie dijo nada.
El 4-3 llegaría de igual manera, aunque ya en los descuentos. Vidal recibió por la derecha del área y asistió a Messi, quien definió con el arco en solitario. Ya era tarde para el empate, la derrota estaba consumada.
Pese a la derrota, los catalanes mantienen la punta de una liga cuyo liderato está al rojo. Tanto el Sevilla, el Atlético y el Alavés están a solo un punto, siendo la campaña de este último la más sorprendente, con el chileno Maripan siendo protagonista cada fecha.
Y más atrás vuelve a aparecer el Real Madrid, que asoma con 20 puntos tras la victoria sobre el Celta. El proceso de Santiago Solari sigue sin fallos y mantiene la ilusión del madridismo intacta. Benzema acaudilla. Isco ni juega.