El Barcelona mantuvo su invicto en la liga española ante el Espanyol, su clásico rival, en un trabado encuentro que finalizó 1-1. En Cornellá, bajo una lluvia incesante y con Messi como suplente, los culés perdieron dos puntos, aunque continúan líderes de la tabla con una amplia ventaja.
Valverde, técnico del Barcelona, optó por darle a su máxima estrella un poco de descanso. En realidad, ha gran parte del plantel. Se guardó a Jordi Alba, Sergi Roberto, Rákitic y, por supuesto, Messi. El equipo lo resintió, sobre todo la ausencia del argentino. El primer tiempo estuvo peleado, los equipos no se hacían daño y la cancha, totalmente inundada por la lluvia implacable que caía sobre Barcelona, dificultaba en demasía las acciones.
El complemento inició con un gol tempranero del Espanyol, aunque fue correctamente anulado debido a que la pelota ya había salido por el fondo de la cancha. Messi ingresaría a los 59', aunque eso no evitó que siete minutos más tarde Gerard Moreno abriera la cuenta de cabeza tras un excelente centro de Sergio García.
Alba también entró a los 75' en busca de la paridad, que llegaría tras un cabezazo de Piqué a los 82'. El espigado defensor celebró acallando a la afición, desatando la ira del estadio. Este hecho provocaría una fuerte entrada sobre él, que llevó a una pelea que no pasó a mayores. Messi también se enfrascó en una discusión, aunque nuevamente, el altercado quedó allí.