El destino sigue dando vueltas en favor de Juan Antonio Pizzi. El sorteo, en el que exselecionador nacional posó con los que sí cumplieron su objetivo en las Eliminatorias, puso a los saudíes en el grupo A. Su primer rival será el local, Rusia.
El enfrentamiento ante los anfitriones reviste un carácter especial. Será el duelo inaugural de la Copa del Mundo. Se jugará el 14 de junio en el Luzhniki Stadium de Moscú, que tiene capacidad para 89.318 espectadores y que ha sido sede de Juegos Olímpicos, Eurocopas, una final de la Champions y una definición de la Europa League. En el Mundial, el recinto albergará siete duelos: cuatro en la fase de grupos, uno de octavos de final, uno de semifinales y la definición del título. Uruguay y Egipto serán sus siguientes rivales.
Fiel a su costumbre, Pizzi dijo poco después de conocer a sus rivales. "Hay mucho nervio en los partidos inaugurales, pero para cualquiera es una ilusión poder jugar el primer encuentro", dijo primero. "Todos los grupos son muy parejos. Es importante arrancar bien en la fase de grupos". Y remató: "Esperemos que podamos trabajar y competir con los mejores. Hoy, toda la información que hay es importante para nosotros los entrenadores y queremos diseñar la mejor forma para poder competir".
Poca especificidad respecto de una tarea que parece compleja: hallar jugadores competitivos en un medio que no lo es con poco tiempo para trabajar una idea que, en Chile, pocas veces pudo plasmar al nivel que se le exigía.
Si Pizzi tiene tarea, Jorge Sampaoli, su antecesor en la banca de la Roja, también. Y se la pone nada menos que Diego Maradona, quien ayer participó del sorteo. Abierto crítico del trabajo del casildense, el excapitán de la selección transandina exigió un mejor nivel del combinado al que en 1986 condujo al título. "Me parece que fue un buen sorteo para Argentina. Accesible por los equipos que le tocaron. Pero tienen que mejorar mucho, porque no puede jugar tan mal como lo está haciendo ahora", dijo el astro, en otro de los ataques hacia el trabajo del casildense.
Sampaoli, que lució una modernista barba de días, acusó recibo del misil y lo respondió, aunque sin mencionar a Maradona. Recurrió a una comparación que más pareció sarcasmo. "Lo tenemos a Leo (Messi), al mejor del mundo, al mejor de la historia", respondió el exseleccionador chileno, apagando con fuego una pelea que, por el perfil de su interlocutor, puede ser eterna y aún más intensa.