Cobreloa planea acogerse a la ley de Protección del Empleo y, ante la inminente suspensión de sus contratos, sus futbolistas reaccionan y le plantean a la dirigencia que encabeza Walter Aguilera un plan para contribuir a la viabilidad del club sin tocar los puestos de trabajo.
El equipo naranja envió a la dirigencia una extensa misiva en la detallan las ideas para enfrentar la crisis derivada de la inactividad por el coronavirus. El proyecto incluye rebajas en la remuneraciones que dependen de la escala de ingresos de los integrantes de la escuadra que dirige Marco Antonio Figueroa. La tensión es alta. La directiva se negó a una reunión y el plantel recurrió al Sifup, con el que se reunió anoche, a través de videoconferencia.
“Entendemos el agobio y las complicaciones por las que atraviesan la gran mayoría de las industrias en Chile. Comprendemos también que nuestra actividad no está exenta de inconvenientes, ya que lo sucedido escapa temporalmente a la planificación, programación y presupuesto de cualquier club. Por este motivo, quisiéramos generar un acercamiento en la búsqueda de soluciones para el pago de las remuneraciones de los meses venideros, entendiendo que gran parte de los clubes ya lo han hecho, encontrando soluciones viables tanto para las instituciones como para sus trabajadores”, plantea la misiva. “Queremos ayudar y ser parte de la solución para asegurar el bienestar tanto de la institución como de todos sus trabajadores”, insiste.
Luego pasa al detalle. “Desde hace un tiempo a la fecha nos han querido imponer nuevas condiciones contractuales que, por ley, deben ser consensuadas, sobretodo teniendo presente que durante todo este período hemos seguido prestando nuestros servicios a distancia, bajo dependencia, subordinación y fiscalización del Club, teniendo que enviar fotos, videos y dar cuenta del cumplimiento de nuestras pautas de entrenamientos, no pudiendo desconocer que aquel cumplimiento alternativo de obligaciones contractuales fue acordado el día 18 de marzo entre el club y el plantel profesional (futbolistas profesionales y miembros del cuerpo técnico), por lo tanto, cualquier modificación unilateral a dicho acuerdo, no sería válido, ya que necesitaría la voluntad de la otra parte. De lo contrario, el no otorgamiento del trabajo convenido implicaría un incumplimiento grave a las obligaciones contractuales”, sostiene.
Y luego plantea la fórmula para enfrentar la crisis: “Como futbolistas del plantel profesional hemos llegado al consenso de acceder a un descuento transitorio en nuestras remuneraciones a contar de la correspondiente al mes de abril de 2020 y hasta la remuneración del mes de julio de 2020 o hasta la remuneración correspondiente al mes en que se reanude el Campeonato de Primera B de la ANFP, lo que ocurra primero”. “El plantel de jugadores propone un descuento transitorio del 10%, 15% y 20% de sus remuneraciones mensuales (abr. may. Jun. y jul. 2020). Los descuentos que se efectúen temporalmente en nuestras remuneraciones -con el gran esfuerzo personal y familiar que esto significa, sobretodo viviendo en Calama donde la vida es excesivamente cara- deberán ser restituidos por el Club de manera gradual, una vez se retome el Campeonato de Primera B y hasta antes de su término, a fin de tener la tranquilidad de que vamos a recuperar estos dineros que nos serán descontados, ya sea mediante los fondos de ayuda que provea la FIFA, el préstamo bancario gestionado por la ANFP a los clubes o por cualquier otro recurso económico que ingrese a nuestra institución”.
Los jugadores loínos cuestionan la idea de acogerse a la ley de la discordia. “En cuanto a la amenaza constante de acogerse a la Ley de Protección al Empleo, lo que es lamentable y cuestionable social y legalmente, nos parece que no es la mejor alternativa puesto que como trabajadores nos dejaría sin las pautas de entrenamientos ni el monitoreo que como deportistas profesionales requerimos para poder llevar a cabo nuestros entrenamientos en los respectivos hogares como lo acordamos y venimos haciendo. Por otro lado, utilizaríamos nuestros recursos acumulados en los fondos individuales de cesantía, lo cual nos perjudicaría enormemente a fin de la temporada cuando quisiéramos hacer uso de ellos hasta encontrar un nuevo club".
No es el único problema que consignan. “Se suma la incertidumbre de la mayoría de jugadores que ya han hecho uso de estos recursos y por ende no tienen dineros en sus cuenta individuales o derechamente no tienen la cantidad de cotizaciones exigidas para acceder a la nueva ley, quedando sin remuneración alguna. Entendemos que la Ley está hecha para los empleadores que dejaron de percibir ingresos y para los trabajadores que de ninguna forma pueden prestar sus servicios, situación en la cual no nos encontramos, por esta razón, como plantel presentamos la propuesta anotada para sobrellevar este periodo sin recurrir a esta cuestionable y gravosa medida”, sostienen.
Finalmente, aluden a explorar las fórmulas que han empleado otros clubes para paliar la situación de emergencia, sin recurrir a la ley de Protección del Empleo.