Las cuatro horas de mediación en la Dirección del Trabajo el lunes no fueron suficientes para poner fin al conflicto salarial entre los jugadores de Colo Colo y la dirigencia de Blanco y Negro, en una jornada en la que Esteban Paredes no participó de la mesa evidenciando sus diferencias con Harold Mayne-Nicholls. La relación del capitán con el vicepresidente ejecutivo está quebrada.

De todos modos, los jugadores se comprometieron a analizar la propuesta de la concesionaria, que consiste en la devolución del 83% de los dineros recortados en un plazo de tres años. “El plantel se mantiene firme en su postura”, confidenciaron desde el camarín albo, confirmando su rechazo. Hay molestia por cómo se ha manejado el asunto e insisten en la posición de que se les devuelva todo y que se amplíe al resto de los trabajadores de la institución.

Entre los jugadores hay consenso en que Aníbal Mosa sea quien lleve las negociaciones y el plantel insistirá en este punto, pues entienden que con el timonel hay un mayor conocimiento y una mayor compatibilidad que con Mayne-Nicholls. Es más, esto tomó ribetes de condición, pues adelantan que, si el presidente no está, la siguiente reunión tripartita será la última.

Se espera que el próximo encuentro se lleve a cabo el jueves o el viernes, un periodo en el que el plantel espera que Blanco y Negro flexibilice su postura y Mosa retome el protagonismo, aunque a priori esa no es la intención de la dirigencia, lo que podría llevar a incendiar más lo que va quedando de la deteriorada relación entre las partes.