El pasado 9 de febrero, el plantel profesional de Huachipato se trasladó hacia el sector Coroney en Tomé, para ayudar a familias damnificadas por los incendios ocurridos durante el verano en la Región del Bío Bío.
En aquella oportunidad, cuerpo técnico y jugadores se dedicaron a remover escombros, a colaborar en el montaje de estructuras momentáneas y a la entrega de alimentos y bebestibles a las familias más afectadas de la zona.
Tres meses después, los mismos protagonistas regresaron al sitio para cumplir lo que prometieron: volver a colaborar con aquellos grupos familiares en situación compleja, momento que sirvió para ayudar en la creación de un canal para el suministro de agua del lugar y para habilitar una zona para la construcción y mejoramiento de viviendas.
Palas, picotas, chuzos y mucha energía y ánimo, fueron suficiente para el desarrollo de los trabajos por parte de los cereros. “Para nosotros como equipo nos gusta poder ayudar a la gente que más lo necesita. Sabemos que en el verano pasaron momentos muy complicados y cuesta mucho poder levantarse de eso. Esperamos que con nuestra ayuda, el camino sea un poco más fácil para ellos”, comentó el capitán de Huachipato, Claudio Sepúlveda.
Además, el volante expresó que “estas actividades las coordinamos junto al club y cuerpo técnico, buscamos un momento de buen tiempo en cuanto lo climático y nuestras jornadas de entrenamiento, para poder programar este tipo de acciones. Estamos contentos de colaborar con estas familias y esperamos en el futuro seguir trabajando y ayudando a la gente que está en nuestro entorno”.
Cerca de 30 personas del plantel estuvieron presente en aquella acción, asistiendo nuevamente a los grupos familiares más necesitados en la región.