El Deportivo

Poco rodaje y errores de planteamiento: las culpas propias y ajenas que paga Colo Colo en la Copa Libertadores

El amargo empate con Racing fue un mal negocio para el Cacique. Los albos apostaron por enfatizar lo defensivo en el segundo tiempo y lo terminaron pagando.

Racing le igualó a Colo Colo en el epílogo del partido, en Macul. JONNATHAN OYARZUN/PHOTOSPORT

Hasta los 85 minutos, Colo Colo le estaba ganando a Racing, en la soledad del estadio Monumental. Considerando todas las vicisitudes del equipo popular en la Copa Libertadores, desde aquella trágica jornada del 10 de abril, una victoria sobre la Academia era revitalizar el espíritu de un equipo tocado y sus opciones en el máximo torneo del continente. Sin embargo, el monarca de la Sudamericana 2024 encontró, a través de un lateral, una igualdad que le deja mejor sabor a los argentinos. La defensa alba respondió en casi todo el encuentro. Pero dejó una grieta y el plan se desmoronó.

Teniendo una plantilla millonaria, el Cacique no termina de convencer en lo que quiere plantear en el campo. Durante la campaña, Jorge Almirón ha probado diversas fórmulas para encontrar la estructura que más le genere satisfacción: con tres y cuatro en el fondo; con tres mediocampistas y con dos más un enganche; con dos delanteros y con punteros más un 9. Si bien la versatilidad y la paleta de variantes del DT argentino le permite mover piezas, aquello también puede atentar con la consolidación de una oncena fija y de una estructura convincente.

La pizarra de Almirón dejó varias cosas para revisar. Lo que más sobresale es el afán defensivo que mostró Colo Colo, lo que se enfatizó en el segundo tiempo, para sostener la ventaja. Un ejemplo de aquello indica que el local tuvo apenas el 37% de posesión en la parte complementaria. En los 90′, registró un solo remate a portería: el gol de Lucas Cepeda. Obviando la jugada del empate, la línea de tres colocolina funcionó de manera correcta. La deuda alba estuvo en la otra área. Claudio Aquino no tuvo su mejor presentación, mientras que Salomón Rodríguez aún no justifica la alta inversión de ByN en su carta.

“Nosotros queremos tener el balón, pero los cambios de Racing marcaron mucha diferencia. Te hacían superioridad numérica al medio. Sacaron muchos centros, se nos hizo muy difícil en los últimos 20 minutos. Ellos tuvieron un lateral y lo aprovecharon”, declaró Esteban Pavez, capitán del equipo, en la zona mixta.

Claudio Borghi no tuvo problemas en criticar el planteamiento de Almirón. “El técnico de Racing lo fue a buscar el partido. Ahí yo creo que Colo Colo debería haber hecho cambios un poquito más inteligentes”, lanzó.

Una de las cosas llamativas que dejó el partido fue el reemplazo de Cepeda. En una clara movida defensiva, Almirón decidió sacar al ex Santiago Wanderers, en los 74′, y ubicar a Erick Wiemberg, para cerrar esa banda. El seleccionado chileno, quien generalmente se ve tranquilo en la cancha, salió ofuscado. Tras el juego, el entrenador justificó su decisión en que tenía tarjeta amarilla y no quería correr algún riesgo de suspensión. Sacrificar al jugador que le da una salida pulcra por la franja izquierda no resultó. Con el diario del lunes (o del miércoles), por cierto.

Lucas Cepeda abrió la cuenta para Colo Colo. ANDRES PINA/PHOTOSPORT

Otro detalle que desnudó el partido fue la diferencia física entre uno y otro. Racing, a groso modo, terminó entero, mientras que Colo Colo sintió el desgaste. Un ejemplo de aquello fue Arturo Vidal, reemplazado en los 68′ por Vicente Pizarro. Un empate con sabor a derrota genera el destape de las grietas del Cacique en su funcionamiento, más aún con el caso Fortaleza en el aire. El plazo para presentar alegatos se extendió hasta el 26 de abril. De todas maneras, parece inevitable que le den los puntos al equipo brasileño, lo que complejiza las chances de octavos de final para el campeón nacional.

El reflejo de la poca actividad

El año de Colo Colo arrancó con mucha ilusión, con las expectativas a tope. Independiente al rendimiento del equipo durante 2025, lo que el dato duro indica es que la poca actividad termina por atentar los intereses del club blanco. “Entre más competencia, es lo que te da ritmo para este tipo de partidos. Lo más lindo de este deporte es competir”, manifestó Javier Correa.

Contando el choque ante Racing, el Cacique ha disputado 12 partidos completos durante el año, más el duelo ante Fortaleza que terminó siendo cancelado por la Conmebol. El desglose es el siguiente: cinco por la Copa Chile, cinco por el Campeonato Nacional y tres de la Copa Libertadores (añadiendo el encuentro interrumpido ante los brasileños). Si el calendario se hubiese respetado a raja tabla, Colo Colo tendría cuatro partidos oficiales más en la bolsa: la Supercopa que se postergó, en enero, más los tres duelos pendientes que tiene en la Liga de Primera (ante la UC, la U y Deportes Iquique).

En este mes de abril, los albos no han jugado por el torneo local, a raíz de las postergaciones. Este sábado, contra Coquimbo Unido, será su retorno a la Liga después de un mes.

La comparación con el cuadro de Avellaneda es brutal. Racing tiene 20 encuentros jugados en 2025: 14 por el Apertura argentino, tres por la Libertadores, dos por la Recopa Sudamericana y uno de la Copa Argentina. Esta diferencia de actividad entre uno y otro se terminó notando en la cancha, sobre todo en el aspecto físico. A Colo Colo se le viene un calendario exigente y con obligaciones, sobre todo en lo internacional (el gran anhelo en el año del centenario), a la espera de que salga el dictamen de la Conmebol.

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