Novak Djokovic (8°) nuevamente está en medio de la polémica. Ya no es el Covid-19, ni las restricciones de torneos, sino que los líquidos que bebe durante los partidos. Algo tan habitual dentro del circuito, pero que en este caso tiene al mundo del tenis apuntando al serbio, por la extraña conducta de los miembros de su equipo al darse cuenta de que los observaban.

El origen del problema nace en el duelo de semifinales entre Nole y Stefanos Tsitsipas (4°). En el desarrollo del encuentro, un aficionado logró captar el momento en que Ulises Badio, fisioterapeuta del serbio, preparaba a escondidas, en las gradas, una bebida para su jugador.

La resguardada actitud del hombre de confianza del ex número uno del mundo fue lo que más llamó la atención de un registro que termina cuando una pasapelotas le entrega la botella amarilla con dicha bebida a Djoker, que descansaba en su banquillo.

Aquella secuencia hizo que el mundo del tenis se posicionara sobre el acto. Por un lado, están los que creen que es algo común en el circuito y que ni siquiera debería ser tomando en cuenta. La otra parcialidad en cambio se atreve a decir que Djokovic estaría incluso consumiendo sustancias no permitidas.

Pero lo cierto es que todo esto no es nuevo para Djokovic, quien ya ha sido preguntado en varias ocasiones por las bebidas que toma entre los partidos. El actual campeón de Wimbledon siempre ha dado la misma respuesta, desafiante y despreocupada: “Es una poción mágica”.

En Wimbledon ya había sido noticia

El tema de Djokovic y sus “pócimas mágicas” había comenzado meses atrás, justo antes de que ganara su séptimo Wimbledon. En aquella ocasión también fueron las cámaras quienes levantaron el ruido de un tema tan llamativo como poco habitual.

En aquella oportunidad fue una botella blanca que parecía no tener agua. De hecho, cuando se ve el video es claro que el jugador no toma sorbos, sino que succiona rápidamente el contenido. Entonces, ¿qué era?

Los medios europeos rápidamente salieron al paso de los rumores en aquella oportunidad, asegurando que el serbio había comido polvo isotónico, sustancia completamente legal que produce un shock de energía al deportista. De hecho, al no ser mezclada con agua, se consigue un resultado más directo y potente.

Pese a la misteriosa bebida que consumió en París, el balcánico no pudo llevarse el último torneo Masters 1000 de la temporada, cayendo en la final ante el danés Holger Rune de 19 años. Con la derrota en Francia, ahora solo queda un certamen en el calendario: El Torneo de Maestros.

Djokovic llegará a la cita en Turín como el séptimo jugador que más puntos sumó en el año, pese a que no pudo competir en la mayoría de los eventos importantes del torneo, viéndose incluso sin la chance de competir por más de 8.000 puntos. Si a eso se suma que no pudo mantener sus unidades de Wimbledon, el total llega a 10.000.

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