Pablo Milad registra su primer querellado. En su condición de presidente y representante legal de la ANFP, el exintendente de Curicó fue notificado el pasado 12 de noviembre de la demanda interpuesta por Luis Varas, el exsecretario ejecutivo, por despido injustificado, indebido o improcedente y cobro de prestaciones laborales.
Varas acusa que se le deben $72.527.566 millones. En 28 de agosto, en una de las primeras medidas de Milad, el abogado fue despedido tras más de 10 años en Quilín. En el desglose, exige que se le considere los siguientes montos: $41.129.361 por nueve años de servicio, $4.569.929 por indemnización sustitutiva, $ 8.745.321 por concepto de 57,41 días corridos de feriado legal, $ 1.174.218 por concepto de 7,71 días corridos de vacaciones proporcionales, $4.569.929 por un bono a todo evento correspondiente al año 2019 y que se declare que el despido efectuado por la Demandada fue injustificado, indebido e improcedente por lo que la demandada sea condenada al pago de la suma de $12.338.808.
Según dice en el escrito, al que tuvo acceso La Tercera, fue despedido por “necesidades de la empresa, establecimiento o servicio”. Acusa que la carta que le fue entregada fue “vaga y genérica”. “Actualmente existen otros trabajadores que continúan prestando idénticas funciones a las que yo desempeñaba. En definitiva, mi despido aparece como una DECISIÓN VOLUNTARIA DE LA DEMANDADA, sin revestir, ni remotamente, una medida de carácter forzoso para la empresa. En este sentido, cabe señalar que la carta de aviso NO DETALLA LAS AFECTACIONES QUE, SUPUESTAMENTE, HABRÍAN FORZADO A LA EMPRESA, A PONER TÉRMINO A MI CONTRATO DE TRABAJO, limitándose únicamente a enunciar vagas circunstancias que revisten un carácter evidentemente transitorio (no permanente)” , acusa.
Otro de los puntos que ataca Varas es que al momento de ir a firmar el finiquito, si bien el monto ofrecido correspondía a lo que se le había informado de forma preliminar, en el documento aparecía que se pagaría el total al momento de la firma, se estipuló que el dinero correspondiente a la indemnización se respaldaría en cincho cheques, el primero de ellos a pagar el día 30 de septiembre de 2020 y los posteriores serían pagados cada 30 días.
Además, reclama que le pusieron tope en el pago de las indemnización por término de contrato, que estarían sujetas al tope legal establecido en el artículo 172 del Código del Trabajo. Y nombra a una serie de exdirectores y funcionarios que han sido despedidos sin el pago del tope, en juicios en el que él participó como testigo de la sede de Quilín. ”Lo anterior me pareció del todo extraño y a todas luces un acto de discriminación arbitraria contra mi 10 persona, toda vez que es una práctica usual y reiterada en el tiempo de la demandada poner a disposición de los trabajadores de mí mismo rango o similares, las indemnizaciones por término de contrato sin los topes legales. En consecuencia, la ANFP no hizo más que incumplir una política generalizada respecto de mi persona al dejarme al margen de esta constante política de la empresa, causándome un grave perjuicio en mis condiciones laborales y económicas”, acusa Varas.
Su arribo a la casa del fútbol se produjo de la mano de Sergio Jadue en abril de 2011, con quien compartía una cercanía que luego generó que amigos del calerano lo criticaran por su continuidad en la casa del fútbol. Ambos fueron compañeros de Universidad en la carrera de derecho. “Lo que más me extraña es que muchos amigos de él (Jadue), que incluso fueron a su asado famoso de despedida, hoy lo desconocen. El actual secretario ejecutivo de la ANFP llegó con su perro al asado de despedida de Sergio. Me refiero a Luis Varas. Yo lo vi, no me lo contaron.”, reclamaba Nicolás Abusada, amigo de Jadue. “Fue un asado en el que sabíamos que Jadue se iba a Miami, sin saber lo que iba a explotar después. Yo estuve en ese asado, no tengo ningún problema en decirlo. Estaría hoy de nuevo, y diez veces más, porque a un amigo se le banca. Pero ningunearlo, tratarlo de innombrable, eso conmigo no va”, decía el empresario en relación a Varas.
Dentro de sus funciones en Quilín era mantener la relación con los clubes, uno de los hechos que más se criticó durante su gestión. Incluso, en su arribo, Milad se encargó de repetir en más de una oportunidad la necesidad de mejorar el trato con los elencos del fútbol profesional.