¿Por qué la Generación Dorada no quiere volver a Chile?
Gary Medel declara que quiere jugar en el Bologna hasta los 40 años y derriba la ilusión de los hinchas de la UC. Otros, como Claudio Bravo, Arturo Vidal y Alexis Sánchez evitan ponerle fecha a un eventual retorno. Manuel Pellegrini también se suma a la tendencia.
En cada período de traspasos, sobre todo en el último tiempo, los hinchas de Universidad Católica reactivan la ilusión. Volver a ver a Gary Medel (35 años) con los colores del equipo de la franja es un sueño. La identificación del Pitbull con el club de Las Condes es total. No solo por su condición de ex jugador formado en las canteras de San Carlos de Apoquindo; también porque es un reconocido hincha.
Sin embargo, fue el propio futbolista el que derribó el anhelo y avivó la otra reacción: la decepción por una espera que se hace eterna. “Mi familia y yo nos queremos quedar aquí. Quiero jugar en el Bologna hasta los 40 años”, declaró a Il Corriere dello Sport, en Italia. “A cierta edad, se negocia de una temporada a la vez. Sigo igual, viejo, pero nunca me rindo”, insistió. La UC, entonces, tendrá que armarse de paciencia para volver a contar con su canterano más ilustre, si alcanza a volver.
El más sincero
Medel es, apenas, el más sincero de la Generación Dorada a la hora admitir sus verdaderas intenciones para lo que resta de su trayectoria. Los demás suelen recurrir a eufemismos. Arturo Vidal (35 años), por ejemplo, ha dicho siempre que le gustaría retornar a Colo Colo, pero en último tiempo le ha ido agregando condiciones al uso del potencial. “Si hay un proyecto serio, sí”, dijo, sin ir más lejos, este mes, cuando fue consultado por un hincha albo, a través de su cuenta en Instagram.
El Rey siempre ha sido extremadamente cauteloso con la materia. Hace pocos días dijo que si Colo Colo quiere ganar la Copa Libertadores, no dudara en irlo a buscar. Luego se arrepintió y ofreció disculpas a los hinchas del Fla. Y tampoco pierde el tiempo en otra dirección: suele darle ‘like’ a cada publicación de Boca Juniors, el primero en mostrar interés por reclutarlo cuando terminó su relación con el Inter de Milán y, por ende, su paso por el fútbol europeo.
No es el único. Alexis Sánchez (34 años) tampoco se ha jugado con un plazo para volver. El Niño Maravilla, quien se formó en Cobreloa y fue campeón con Colo Colo, ha deslizado en varias oportunidades que le gustaría jugar en Universidad de Chile para cumplir el deseo de su padre adoptivo, José Delaigue. “Creo que es un sueño de mi familia, de mi papá que ahora está en el cielo, que él era de la U. Y la verdad es que creo que a muchas partes de mi familia les gustaría que terminara en la U” declaró en 2018.
En noviembre, Claudio Bravo (39 años) también le puso la lápida a la vuelta. “Soy bien sincero. Me veo bien en el Betis. Me queda una temporada y posiblemente otra más, pero tampoco quiero adelantarme a los procesos de absolutamente nada”, dio a conocer. “Ya cuando te acostumbras a una cosa, no quieres soltarlo. Yo estoy acostumbrado a estar a ese nivel y ya si las capacidades disminuyen ya veremos si continúo o no”, amplió. El análisis siguió. “Si me da para volver al fútbol chileno o dar una vuelta en otro lugar, no quiero adelantarme a nada”, puntualizó, evitando atraparse en palabras.
Las razones
Hay varias razones para entender por qué los principales referentes del fútbol chileno no se apuran en volver. Vidal, de hecho, establece una, que bien puede extenderse más allá de Macul: la necesidad de ser parte de un proyecto deportivo serio. Fue en ese entendido, por ejemplo, que la UC logró convencer a Mauricio Isla y a Eugenio Mena. El Chueco, incluso, resignó utilidades económicas por aceptar la propuesta cruzada. Y, ciertamente, dejó esperando a la U.
El Rey siente que aún está en condiciones de pelear objetivos deportivos importantes. En Flamengo, de hecho, obtuvo la Copa Libertadores. A sus compañeros les sucede algo parecido. Lo reconoce Medel cuando sostiene que quiere seguir aspirando a las competencias europeas con el Bologna. También lo ha sostenido Bravo. Y Sánchez, ni hablar. Cuando dejó el Inter, puso como condición que el próximo equipo que defendiera disputara la Champions League. Por eso eligió al Olympique de Marsella entre las propuestas que barajaba. En Francia, por lo demás, sigue mostrando vigencia. Sin ir más lejos, fue la gran la figura eliminando al PSG en la Copa de Francia, a mediados de esta semana.
También hay factores culturales. Bravo, por ejemplo, ha admitido que la permanencia en Europa obedece, también, a la formación de sus hijos, un aspecto al que le asigna una alta valoración. De hecho, mientras estaba en el Manchester City, valoraba que sus retoños dominaran el inglés.
El factor Felicevich
A tres de los cuatro referentes máximos de la Generación Dorada los une un factor común: son representados por Fernando Felicevich. Bravo, en cambio, es asesorado por Cristián Ogalde. La influencia del agente argentino es decisiva para Medel, Vidal y Sánchez. Y la postura del intermediario respecto de un posible regreso es categórica. “No lo veo como un paso necesario. No tienen nada que cerrar. Hicieron unas carreras maravillosas. El final de la carrera en el club de sus amores no es un paso que me parezca obligatorio ni necesario”, respondió en una entrevista a El Deportivo. “Que se retiren donde sean felices. Que hagan lo que les haga felices, que terminen sus carreras como quieran y donde quieran”, añadía.
Luego, abordaba dos casos específicos, aunque con matices respecto del escenario actual. “Es un sueño de Gary y voy a hacer lo posible para que pase... Va a pasar”, planteaba respecto de un eventual regreso de Medel a la UC, pero era más escéptico en relación a la llegada de Sánchez a la U. “Lo veo difícil”, sentenciaba.
Pellegrini, un caso aparte
Manuel Pellegrini no es parte de la Generación Dorada, aunque por su campaña en el extranjero merece una consideración de la misma magnitud que la de los jugadores que lucen el bicampeonato de América.
El ex defensor de la U ha dicho que quiere volver. Lo ha manifestado públicamente y también lo saben quienes forman parte de su círculo más íntimo. Sin embargo, jamás le ha puesto plazo a la acción.
En noviembre, de hecho, volvió a abordar la materia y estableció un objetivo personal que bien puede considerarse como una condición. “A mí me gustaría muchísimo dirigir a la Roja en un Mundial. He tenido la oportunidad de dirigir en Copa Libertadores, en Champions, en Copa de Europa, distintas ligas, pero lo único que no he podido dirigir es en un Mundial”, sostuvo.
Luego, su postura fue similar a la de Vidal respecto de Colo Colo.”Cuando haya una directiva que pueda plantearse un desarrollo del fútbol con planes claros, inversiones, a mí me encantaría estar a cargo de un proyecto serio”, planteó el técnico del Betis en la misma intervención. Otra vez, sin fecha definida.
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