Kylian Mbappé es la nueva figura del Real Madrid. Con total propiedad, después de un fichaje anunciado el mes pasado. El francés se encontró con 80 mil personas en el Santiago Bernabéu, en un marco que recordó la presentación de su ídolo, Cristiano Ronaldo, quien alguna vez llevó el ‘9′ que también lució Iván Zamorano. No tuvo que hacer mucho para llenarse de aplausos y, seguramente, de imágenes. Estaba cumpliendo un sueño de niño.
Mbappé tenía una sorpresa para ofrecer de vuelta. La mostraría algunos minutos después, cuando se paró enfrente del micrófono. “He dormido muchos años con el sueño de jugar en el Real Madrid. Hoy soy un niño feliz. Es un día increíble para mí. Desde que era niño solo tenía un sueño, que era jugar aquí. Quiero agradecerles a los madridistas, porque hace muchos años me dan cariño, me dan amor. El otro sueño es estar a la altura de este club, el mejor del mundo. Puedo decir que voy a dar la vida por este club, por este escudo”, sostuvo, antes de hablarles a los niños presentes para instarlos a cumplir sus sueños, como él. Incluso se dio maña para guiar el ‘Hala Madrid’, el grito de guerra del club.
Español casi perfecto
Ninguna de las frases expuestas anteriormente requirió adaptación. En rigor, el castellano Mbappé es casi perfecto. Bordea con comodidad el 85 por ciento de dominio. Lo demostraría más tarde para entender y responder las consultas periodísticas en la conferencia de prensa que ofreció en la sala respectiva del estadio madridista. Incluso se llegó a dar una situación particular: su dominio lució mayor que el de algunos reporteros extranjeros que también tuvieron que adaptar el idioma en función de sus obligaciones profesionales.
Premonición o no, el francés comenzó a aprenderlo en la adolescencia. Tenía unos 15 años cuando decidió estudiarlo, como parte de su formación académica. Debía optar por algún idioma extranjero en el marco de su currículo escolar.
En la conferencia, de hecho, el astro marcó diferencias respecto de su rendimiento en otras materias con el relacionado con el aprendizaje de la lengua española. “Empecé en el colegio. No fui el mejor en el colegio, pero con el español fui al 100%”, explicó.
Un objetivo en la cabeza
A esa altura de su vida, Mbappé tenía instalada una idea en la cabeza. “Mi sueño era jugar en el Madrid y sabía que el idioma era importante”, revela, ahora, en el momento que más esperó en su ya exitosa trayectoria. “Sé que hablar español me ayudará a adaptarme”, puntualizó. Durante toda la intervención, de hecho, valoró la importancia de la cohesión que alcance con sus compañeros para conseguir los objetivos colectivos que demanda vestir la camiseta merengue, los que antepuso a cualquier aspiración individual.
El otro apoyo en el afán fue la presencia de entrenadores de habla hispana en la banca del PSG, su anterior escuadra. Mbappé reconoció esa influencia. “Además he tenido entrenadores como Luis Enrique o Pochettino para hablar español”.
Finalmente, aludió a una cualidad clave: la personalidad. “No tengo miedo a cometer errores y espero que cuando los cometa la gente me lo diga, para mejorar”, emplazó. En su presentación, no las recibió. Un poco porque nadie tuvo la osadía de planteárselos, aunque lo principal es que no cometió ningún yerro demasiado notorio como para merecer quedar en evidencia.