El primer torneo de Joaquín Niemann en el año no terminó de la manera en que el inició permitió ilusionar. El chileno finalizó quinto, después de incluso haber peleado el liderato en el Tournament of Champions. De todas maneras, un buen apronte para el chileno.

El tercer día de competencia hizo bajar a Niemann de la posición de escolta. Así comenzó el domingo en el pelotón de quienes iban cuartos, a cuatro golpes del líder. Ante un terreno que ha contado desde el primer día con el viento como factor, era posible que el chileno se mantuviera con chances de ganar mientras avanzaba el día. Sin embargo, Joaco comenzó mal, con un bogey en el primer hoyo del Plantation Course, en Hawái.

Niemann, que salió cuatro turnos antes que los líderes, fue emparejando su rendimiento. Respetó el par en las siguientes tres banderas, hasta que en el hoyo 5 se sacó aquel golpe de más obtenido al principio.

La primera mitad del recorrido terminó siendo positiva para Joaco. Volvió a hacer birdies en el hoyo 7 y en el 8. En ese momento, su tarjeta general era de -9. Aunque su rendimiento mejoraba, aún no podía alcanzar a los punteros, quienes, caminando más atrás, se alejaban con sus propios aciertos. Además, recibían los resultados de Patrick Reed, quien salió junto al chileno y fue escalando posiciones.

Comenzando la segunda mitad del recorrido, a pesar del alza de Niemann, ya era muy difícil optar al título. Joaco hizo bogey en el hoyo 11, tras pasar por el bunker que el par tres no perdonó.

En la bandera siguiente, el chileno aprovechó el viento para que su approach del segundo golpe dejara la pelota a menos de un metro del hoyo. Un nuevo birdie que neutralizó el bogey recién marcado.

En los cinco hoyos siguientes el chileno hizo par. Y en el último, un birdie para terminar en -3 su tarjeta del día y en -10 la del campeonato. Aunque no se llevó el título, Niemann se codeó con los campeones. No cualquiera jugaba este torneo. Y Joaco respondió. La corona se la terminó poniendo Justin Thomas, luego de definir ante Xander Schauffele y Reed, con cuatro golpes menos que Joaco que, aún así, empezó bien el 2020.