Liverpool tenía la presión y supo convivir con ella. Si perdía, Manchester City era campeón. Sin embargo, pese a quedar temprano en desventaja supo vencer 2-1 en casa de Southampton para quedar a un punto del cuadro de Josep Guardiola.

Porque el cuadro de los Santos es uno de esos equipos que su juego no se condice con su lugar en la tabla de posiciones: décimo quinto. Un equipo difícil, rocoso, que presiona alto y que ocupa bien los espacios.

Ya a finales de enero le sacó un empate al City y ahora estuvo cerca de frenar a un cuadro de los Reds con muchos suplentes. A los 13 minutos ya le ganaba 1-0 al equipo de Jürgen Klopp, con una conquista de Nathan Redmond.

Pero el sublíder de la Premier no se desesperó. Con muchos jugadores de la reserva, siempre con la final de la Champions del 28 de mayo en la mira, el cuadro visitante logró rápidamente el empate con la conquista de Takumi Minamino, a los 27 minutos.

Un 1-1 que le dio más justicia a lo que ocurría en St Mary’s, mismo resultado con el que acabó el primer tiempo y que acercaba más a los Citizens al bicampeonato inglés.

Sin embargo, Liverpool nunca renunció a su juego de posesión, pese a los nombres. Claro que la segunda cifra la encontró después de una serie de rebotes que, finalmente, capitalizó el defensor camerunés Joel Matip, a los 67′.

Con el partido en el bolsillo, el cuadro británico que más veces ganó la Champions administró el juego de acuerdo con la exigencia del Soton que, al margen de un remate largo de Redmond hizo poco y nada para amagar la victoria de su visitante.

Al final, el triunfo de 2-1 deja nuevamente a Liverpool a un punto del líder City con una fecha por jugar. En el epílogo, el equipo de Josep Guardiola recibe a Aston Villa y su escolta hará lo mismo con Wolverhampton, ambos duelos el domingo a las 11.00 horas de Chile.

En caso de igualdad de puntaje, corre la diferencia de goles, que hoy favorece a los de Pep con seis tantos de ventaja.

El Deportivo