Cuando parecía que la carrera de Arturo Vidal comenzaba a descender sin remedio, llegó el Barcelona y la elevó a niveles insospechados. Sin rumores ni trascendidos. En tiempo récord. La nueva forma de fichar del Barcelona, a cargo de Eric Abidal, tiene a los hinchas culés extasiados y al Rey en el club más importante de su vida. De transferible en el Bayern a integrante del Clan Barça; compañero de equipo de Lionel Messi.

Ya el domingo Vidal vestía de azul y granate para calmar las ansias de lo que sucedió ayer: presentación oficial frente al mundo y primer entrenamiento con sus compañeros, incluyendo La Pulga. ¿La firma del contrato? A puertas cerradas en el Palco Presidente Suñol, cuando en Cataluña abrasaba el sol de mediodía. Y al igual que el intercambio de rúbricas, los montos del traspaso tampoco fueron públicos. "No voy a dar la cifra del traspaso por deseo expreso del Bayern", confirmó Jordi Mestre, vicepresidente del cuadro culé.

De todas maneras, de acuerdo a la versión de los medios españoles y alemanes, el cambio de equipo del futbolista nacional se produjo previo pago de 20 millones de dólares más variables. Su salario será de 10,4 millones de dólares al año, superando lo que ganaba en Alemania (US$ 9 millones).

Lo que Mestre no tuvo problemas en divulgar, acaso como señal de advertencia para cualquier equipo con intención de contratar al ex Bayern, fue el valor de la cláusula de rescisión: US$ 346 millones. "Tiene mucha experiencia en equipos de primer nivel y un palmarés envidiable que espero pueda seguir ampliando en nuestro club", aseguró.

Cuando llegó el momento de juguetear con el balón sobre el césped del Camp Nou, Vidal no quiso estar solo. Lo acompañó quien se ha convertido en su inseparable en el último tiempo: su primogénito Alonso. Regates sencillos ante las cámaras fue lo que precedió a lo primordial de la jornada: la conferencia de prensa.

"Llegar al Barcelona es un escalón mucho más grande que el Bayern Múnich. Espero ser un aporte y ayudar a ganar todos los títulos", señaló el nacido en San Joaquín ante los medios. Ataviado con una polera oficial del club, el Rey no solo tuvo elogios para la institución, sino también para Messi: "Ahora voy a tener al mejor de la historia de compañero, espero estar a la altura y ganar todo. En este equipo están los mejores jugadores del mundo".

El puesto de titular no lo tiene asegurado, pero el bicampeón de América no arribó a Barcelona para ser suplente. "Vengo a ganarme un puesto entre los mejores y ayudar al equipo del primer minuto. Voy a trabajar con esfuerzo y humildad", confesó. Pese a las dudas, su rodilla derecha no será un obstáculo en la persecución de ese objetivo, ya que los exámenes médicos arrojaron que los ligamentos están en perfectas condiciones. Eso sí, el cuerpo médico catalán observará de cerca la recuperación -que todavía no finaliza- y creará un programa personalizado para su fortalecimiento.

La mayor ambición del mediocampista siempre ha sido la Champions League y ayer volvió a enfatizar en su deseo de ganarla: "Quiero tres Champions en tres años".

Pero no habló de todo. Rehuyó el tema cuando se le consultó sobre si era el mejor jugador de la historia de Chile, así como el hecho de decantarse por el cuadro blaugrana por sobre el del Inter de Milán. Con respecto a la posible llegada de Paul Pogba al Camp Nou, solo se limitó a responder que "sería espectacular".

En la tarde vino el primer entrenamiento con el equipo, en donde el mediocampista fue uno más. Riendo junto a Messi y Luis Suárez, Vidal participó cual veterano. Tras el pasillo de bienvenida que le realizó el plantel, tuvo la primera charla con su técnico, Ernesto Valverde, a quien espera convencer para ser titular el resto de la temporada.

Así comenzó, al menos de manera oficial, la historia de Vidal en el Barcelona. Club que será su hogar por los próximos tres años y en donde tendrá la última oportunidad de conseguir su tan esquiva Liga de Campeones.