Estados Unidos encontró a su nueva esperanza dentro del tenis. Luego de una década sin una figura predominante dentro del circuito, los norteamericanos se frotan las manos con Ben Shelton (47° ATP), quien con 20 años aseguró su presencia en las semifinales del US Open. Un hito que consigue solo 13 meses después de su primer torneo como profesional.

Un ascenso meteórico, que lo pone dentro de la mesa de los nombres importantes de esta nueva generación. Este paso histórico en Nueva York, además de los cuartos de final alcanzados en el Australian Open, en lo que fue su primer evento fuera de su país, hacen imposible que el apellido Shelton no comience a aparecer junto a los Sinner (6°), Rune (4°), Musetti (18°) y Alcaraz (1°).

Este lunes de hecho, al menos aparecerá en el puesto 19 del mundo, siendo el tercer jugador más joven entre los 20 mejores del ranking mundial. De superar a Novak Djokovic (2°) en semifinales llegaría al casillero 15 de la clasificación planetaria. Algo que de todas maneras sabe que no será fácil.

“Sé lo sólido que es Novak, su fuerza mental y su resistencia física, así que tendré que planificar muy bien mi juego. Al mismo tiempo, mi estilo de juego es una ventaja a la hora de enfrentarme a alguien por primera vez, creo que puedo apoyar algunas cosas que tal vez no se vean en un partido normal dentro de la ATP. Voy a intentar poner sobre la mesa algunas cosas diferentes y, con suerte, seré disruptivo el viernes”, expuso sobre la pista del Arthur Ashe tras vencer a su compatriota Frances Tiafoe en los cuartos de final.

Partido que sin dudas elevó la idolatría que está generando Shelton en esta edición del US Open. Es el único estadounidense que sigue con vida en el torneo y además se transformó en el jugador local más joven en llegar a semifinales del certamen desde que en 1992 lo lograra Michael Chang con 20 años y siete meses.

Situación impensada si se analiza fríamente el historial del nacido en Atlanta dentro del circuito. Recién en agosto de 2022, y tras haber ganado en singles el Campeonato de la División I de la NCAA, renunció a los últimos dos años de elegibilidad en la Universidad de Florida y se volcó al profesionalismo.

El comienzo de la temporada 2023 llegó con el Abierto de Australia, su primer torneo fuera de su país. “Nunca había estado fuera de Estados Unidos, ni siquiera para vacaciones. Ocupé mi pasaporte por primera vez hace dos días”, escribió en Twitter al llegar a Melbourne en enero de 2023.

Ahí llegó a cuartos de final, donde cayó ante Tomy Paul. Tras su paso por Oceanía eso sí, las grandes actuaciones no se repitieron, consiguiendo solo tres victorias en sus siguientes once partidos. Recién volvió a aparecer en las instancias finales de un evento en mayo, cuando llegó a semifinales del Challenger de Cagliari.

En esta gira norteamericana, las sensaciones tampoco habían sido distintas antes de llegar a la Gran Manzana. Perdió en primera ronda en Atlanta y Washington, mientras que en los Masters 1000 de Canadá y Cincinnati se despidió en la fase de los 32 mejores.

Por eso lo logrado en el US Open no deja de sorprender. Un camino soñado donde ya borró del torneo a Pedro Cachín (66°), Dominic Thiem (81°), Aslan Karatsev (77°), Tommy Paul (14°) y Frances Tiafoe (10°). Con el público de su lado, intentará vencer a Novak Djokovic, quien ya avisó. “Se espera que la gente apoye al jugador local, no hay nada de malo en eso, me gusta la energía. De hecho, prospero con esa energía, la uso como combustible”, expuso el serbio.

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