"Históricamente ha sido así. El triatlón es un deporte de exigencia, pero tiene también un tema de seguridad en el ciclismo. Entrenar esa parte es difícil, porque en el ciclismo hay mucha inseguridad en las mujeres". Así explica Matías Brain, coach del Team Brain, el porqué de la gigantesca brecha entre varones y damas en la participación del Ironman 70.3 de Pucón. La cifras de este año (ver infografía) presentan un 85% de participación masculina y sólo un 15% femenino.
Pese al dato, los entendidos están lejos de sorprenderse. Anita Lecumberri, head coach del Team UC, comprende a la perfección el porqué de este índice: "Es un síntoma del mundo, no sólo de Chile. Este deporte es muy duro, por lo que requiere mucho entrenamiento y madurez".
Pero también hay otros factores. Lecumberri explica que la diferencia responde a un tema de idiosincrasia, pero también psicológico. "El hombre es un eterno niño. Siempre el deporte es una vía de escape para los hombres y además es una buena forma de sentirse viril. La mujer, en cambio, se preocupa de otras cosas, como la maternidad. Además, éste es un deporte muy solitario y a las mujeres tampoco les gustan estos tipos de deportes, sino más los colectivos", explica la reconocida entrenadora.
El asunto, por ahora, mantiene sin cuidado al CDUC, organizador del evento. Guido Cornejo, director de la carrera, cuenta que aún no se ha discutido cómo enfrentarlo. "Sin duda el sexo masculino es mayor en todos los deporte, pero en el triatlón es mucho más. No sé cómo será el porcentaje en el resto del mundo, pero creo que la cifra de Pucón refleja un poco como es nuestra idiosincrasia", remata.