“Puede venir Guardiola y será lo mismo”: los históricos de la Roja salvan a Gareca y cargan contra los jugadores

Gareca, en la caída ante Bolivia
Gareca, en la caída ante Bolivia. (Foto: Photosport)

La derrota de la Selección ante Bolivia reduce el ánimo al mínimo histórico. Al margen de las sensaciones y de las opciones matemáticas, la realidad es que no aparecen ni se vislumbran respuestas futbolísticas a la altura de las exigencias.


Chile cae ante Bolivia. La decepción es absoluta, la preocupación, amplia y la vergüenza, total. La Roja ha perdido su propia final, jugando en casa, ante un rival que históricamente superó. Es cierto que queda una rueda completa de las Eliminatorias, pero el Mundial se ve cada vez más lejos. El calendario y sobre todo el nivel futbolístico que muestra el equipo nacional sitúan Estados Unidos, México y Canadá mucho más allá, incluso, de lo que marca el mapa.

La búsqueda de responsables está en pleno desarrollo. Las miradas de los hinchas ya se sitúan sobre Ricardo Gareca, en quien estaban depositadas las esperanzas de rectificar el curso de una historia que había partido torcido con Eduardo Berizzo. Hay, también, quienes reparan en un factor clave: la escasez de jugadores de nivel competitivo apto para la exigencia. La Generación Dorada es, a estas alturas, un lejano recuerdo. Sus luces se apagaron. Como las del Estadio Nacional este martes.

“Se venía venir”

Miguel Ángel Gamboa, mundialista en España 1982, advierte que el revés ante el combinado altiplánico no es más que el corolario de una decadencia que venía desarrollándose hace rato. Incluso, aparta al Tigre de la hecatombe. “Es algo que se veía venir. Siempre he defendido la labor del jugador. El técnico no es más que un 20 por ciento, salvo la excepción de Bielsa. Fue el único capaz de cambiar a los jugadores. En un momento, no jugaban Valdivia ni Vidal y el equipo le funcionaba bien igual. Había un aspecto táctico muy bien llevado por jugadores de un nivel técnico muy superior a los que hay ahora. Hoy no tienes los jugadores indicados, siete u ocho desequilibrantes, no uno o dos. Y a veces, ninguno. El único que va quedando y ya disminuido es Alexis Sánchez. Es el único que puede intentar, al menos, levantar esto”, diagnostica.

La mirada se concentra en ese factor. “Esto explica por qué estamos mal. No tenemos de donde sacar. No se ven jugadores con la capacidad ni la personalidad que se requiere para estos compromisos. Osorio es hábil y rápido, pero no se nota en la Selección. Dávila tiene condiciones, pero pasa lo mismo. Vargas está muy solo. No está arropado. Y no tenemos los jugadores en el medio. No veo por donde Chile pueda ganarle a Brasil, ir a ganarle a Colombia o ganarle a Paraguay. Eso aleja mucho más a Chile. Si no ganas, no avanzas. Y sin goles no se gana”, enfatiza el exjugador del América de México. “Todo pasa por los jugadores. Hoy Chile no tiene jugadores desequilibrantes de la mitad hacia arriba. No hay mano a mano y el que más quiere meter pases es Palacios, a tres metros y medio”, detalla.

Carlos Palacios, uno de los que sucumbió ante el plan boliviano
Carlos Palacios, uno de los que sucumbió ante el plan boliviano (Foto: Photosport)

El Loco no esconde el rol que le cabe al técnico en la crisis, pero respalda sus decisiones. “Claro que Gareca tiene responsabilidad. Todos tienen. En su caso, por no poner los jugadores adecuados en los puestos adecuados. El cambio de Brereton me parece lógico. El técnico tiene la facultad. Quién dice que puede jugar 70 minutos. Después dicen que el entrenador se equivoca en la alineación inicial. Y no, es porque están convencidos. El problema estuvo en la parte defensiva. Por la derecha”, explica.

A su juicio, el problema es de fondo. “No tenemos campeonatos para formar gente de futuro. Se perdió todo eso. Después, desde inferiores, los técnicos solo piden tocar la pelota. Todo parte por la calidad de los jugadores. Le pasó hasta a Italia. Lo que pasa es que a Chile se le vino de golpe”, sostiene. Y luego se anima a desmitificar una creencia. “La gente piensa que los jugadores chilenos que juegan afuera son buenos y no es así. Ahora sale cualquiera. Antes salían los seleccionados”, resalta.

“No hay jugadores”

Jorge Aravena fue uno de los símbolos de una generación pródiga en talento que no pudo disputar un Mundial. No clasificó al de 1986, se perdió el de 1990, entre otros factores, por el Maracanazo, y vio cercenada su opción de clasificar al siguiente, precisamente por el grave incidente protagonizado por Roberto Rojas en el mítico recinto de Río de Janeiro. Esa trayectoria, que luego extendió a la banca, le permite un análisis categórico. “Está pasando porque hace mucho teníamos que buscar jugadores de reemplazo para la Generación Dorada y no se hizo. Hoy escucho que podrían volver algunos y la realidad es que ya no pueden. Pretendemos que 10 años después sigan en activo. ¿Han buscado el reemplazo? No. Y en vez de reducir a los extranjeros en la liga chilena, incrementan los cupos. No estoy en contra, porque fui extranjero mucho tiempo, pero si no son aportes, no sirve. Entonces, esto va mucho más allá de Gareca”, sentencia.

El exvolante de la UC es enfático. “¿Por qué cree que hemos cambiado tantos técnicos? No puede ser que siempre sea el mismo cargo el que salte. Si no hay jugadores. Esa es la verdad. Puede venir Guardiola y va a pasar lo mismo”, insiste. Eso sí, se guarda las consideraciones respecto de decisiones específicas del exseleccionador peruano. “Hay decisiones que no comparto de Gareca, pero me las reservo”, acota.

Su visón es aún más cruda. “No tenemos ninguna posibilidad de clasificar y lo dije hace mucho tiempo. Antes de que viniera Gareca, por eso lo aparto de este problema. Me lo preguntaron antes y mi respuesta fue. ‘Si Gareca logra clasificar a Chile, hay que prenderle velas, porque es milagroso’. Hoy es lo mismo. Se necesita el mismo milagro”, establece.

“Está obsesionado con Vargas”

Leonardo Véliz jugó el Mundial de Alemania, en 1974. Hoy ve con inquietud cómo Chile se aleja del de 2026. “Lo que vi me dejó muchas dudas. Hasta en Gareca, al que siempre defendí”, reconoce. Eso sí, matiza su respuesta inicial. “No puedo mentir y decir que el problema es solo el entrenador, porque no tenemos material. Todos pensamos que Bolivia se iba a venir a defender. El muro fue insalvable. El muro lo rompen los talentos. Los que se la juegan por las orillas, los que encaran. No tenemos jugadores que abran defensas. La única posibilidad era que Isla creara, ocupara el espacio y lo aprovechara. Y no lo aprovechaba para meter un buen centro. Por el lado de Suazo, lo mismo. El trabajo táctico de Bolivia fue destacado. No nos engañemos en eso tampoco, pero la realidad es que no tenemos esos jugadores”, introduce.

El Pollo fustiga decisiones del Tigre. “Saca a Brereton y mete a Pizarro, que cabeceó al palo. Esas pelotas son para Brereton. Palacios tampoco anduvo bien. Siempre le anticiparon los balonazos que intentó. Que haya salido Brereton es tirado de las mechas. Le sobran ganas, coraje, actitud. Si tener el balón, para lo que metió a Pizarro, era fácil, porque ellos ocuparon los últimos 25 metros de la cancha”, detalla.

Eduardo Vargas, en el partido ante Argentina
Eduardo Vargas, en el partido ante Argentina (Foto: Photosport)

El exdelantero profundiza en la cuota que le cabe al estratega. “Gareca también es responsable. Los últimos cambios que metió no se explican. Todos fueron a pegarse cabezazos con la defensa boliviana”, ejemplifica.

Irremediablemente, eso sí, termina reparando en la falta de talento. “¿Qué hacemos si no tenemos más jugadores, si las grandes ligas no cuentan con jugadores chilenos? Gareca tiene que hacer una reingeniería. Osorio ya no resulta. Está obsesionado con Vargas. El único que se me ocurre que puede cambiar en algo esto es Alexis Sánchez. A Isla lo conocen todos. Suazo es el que más intenta buscar. En la mitad estamos mal, faltos de ideas. No hay un manual ni alguien que las aporte. El 10 siempre va a existir”, agrega.

La conclusión es apocalíptica. “Tocamos fondo”, sostiene Véliz. La búsqueda de respuestas, desesperada. “¿Qué hacemos ahora? Yo hasta pensaba en que podía meter a Maripán, buscando algún cabezazo, pero metió a dos petisos. No está la claridad. Ni en la banca ni en la cancha. Nadie menciona que Paulo Díaz perdió tanta pelota, por ejemplo”, desmenuza. Y remata: “No soy de la idea, pero, asumiendo que se fuera Gareca, ¿a qué técnico traer? Si Mandrake ya no existe. Y tampoco creo que pueda arreglar esto”.

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