“Pulgar pedía a gritos que lo sacaran, pero Berizzo se hizo el sordo”: el fallido plan del Toto en la Roja solo suma reproches
El técnico de la Roja probó un llamativo parado táctico ante Uruguay, con Brereton y Aravena marcando a los carrileros charrúas, y con Núñez junto a Valdés como primeros hombres de presión. También prescindió de Arturo Vidal en el once titular. Históricos de la Selección analizan la propuesta del estratega.
Eduardo Berizzo sigue complicado al mando de la Roja. El técnico transandino no encuentra los resultados. Primero era en los encuentros amistosos, donde cosechó solo tres victorias (y contra rivales muy menores en cuanto a nivel) en 11 partidos. A eso se le suma la caída de este viernes, ante Uruguay. La Celeste, actualmente dirigida por Marcelo Bielsa, fue muy superior al combinado nacional y se quedó con los tres puntos en el primer partido de las Eliminatorias.
Pese a que el proceso rumbo al Mundial de Norteamérica recién inicia, la preocupación está instalada desde antes. Ahora esto se incrementa, por lo exhibido en Montevideo. “Evidentemente el esquema no resultó. La facilidad que tuvo Uruguay para anotarnos llamó mucho la atención. Enfrentaban a nuestros defensores sin oposición alguna y, a pesar de eso, Cortés fue figura, con contenciones que privaron al local de anotar más goles”, señala Jorge Aravena, histórico futbolista nacional.
Leonardo Véliz, mundialista en Alemania 74, coincide con su colega y agrega que, según su criterio, el DT no salió con la intención de cosechar un triunfo. “Berizzo no me va a engañar, jugó al empate, nunca pensó que podía ganar. Eso es por la forma, la táctica y la disposición del equipo al enfrentar a los uruguayos. Optó por taponear las bandas, porque sabía que por ahí los laterales y los punteros son hombres que llegan mucho al ataque, pero en velocidad. Las transiciones eran rapidísimas. Nos pillaron a las espaldas. Mehssatou no anduvo bien, fue muy superado, y Suazo lo mismo”, dice el Pollo, en diálogo con El Deportivo.
El ex Unión Española acota que el local ya muestra indicios de lo que busca Marcelo Bielsa y enfatiza en que eso complicó al mediocampo nacional, que se vio extremadamente lento y superado. “Ellos fueron sorprendentes por las orillas y por el medio, pero todo basado en la velocidad. Toque entre los centrales y se desmarcaban los delanteros, que ya picaban. Eso hizo Uruguay para pillarnos desacomodados. Desde los 12 minutos tuvieron claras posibilidades de gol. Pulgar pedía a gritos que lo sacaran, pero Berizzo se hizo el sordo. Erick no construyó ni destruyó y cometió errores garrafales”, critica.
El Mortero Aravena también vio a un Uruguay distinto al que históricamente se presenta en el Centenario. “Tocaron mucho el balón, desplazándose con rapidez, eso hacía que los nuestros no pudieran contenerles. Chile intentaba hacer una presión alta, lo que generaba que se dejara mucho espacio entre los defensores y los volantes nuestros”, propone.
Otro que se detiene en nombres propios es Gabriel Mendoza, quien lanzó sus dardos principalmente al lateral derecho y a Diego Valdés. “Mehssatou no es el idóneo para el puesto de lateral derecho. Si bien Delgado ya ha jugado ahí, quien debería entrar es Soto. Al medio, Pulgar se vio minorizado por los volantes de Uruguay, que lo pasaban por todos lados. Todo lo que muestra en Flamengo no se notó. Valdés fue un fantasma, no mostró mucho”, le dice a La Tercera.
“El planteamiento no salió como esperaban. En los primeros minutos se vio algo de que el técnico quería, pero después nos pasaron encima con su dinámica. Creo que Brereton mostró más defensivamente, siendo que es un delantero incisivo, capaz de crearse oportunidades, de tal manera que se desgastó, además se le notó la falta de minutos en LaLiga”, agrega.
“Monito Aravena en la Católica las hace todas y aquí se tuvo que preocupar de que no suba el lateral y de defender, al igual que Ben. Tácticamente no funcionó el equipo. Sabíamos que si a Uruguay le salía gol, pasaría lo que sucedió. Fueron tres y quizás merecieron algunos más”, suma el otrora carrilero.
Además, Leonardo Veliz toca otros tópicos. Apunta a que la distancia se observa también en el trato que ambos países le dan a sus futbolistas más nóveles. “Hablan de Osorio, pero a mi no me conforma totalmente. Cuando yo vi a jugar a Pellistri, contra Colo Colo por Peñarol, dije que este chico sería seleccionado uruguayo, y ya lo es, titular. Es un jugador que hace daño y sorprende con su expediente de velocidad. Tiene criterio, serenidad y convicción. De nuestros muchachos jóvenes, ¿Quién hace eso? Hay que darles opciones, pero para que sean deportistas de alto rendimiento, no para que se vayan adaptando, eso es una sobreprotección que tenemos”, analiza.
La presencia de Vidal
Arturo Vidal genera debate. Por una parte, Coca Mendoza asegura que tras lo exhibido debe volver a ser titular. Por otra, Véliz y Aravena dicen que con su estado físico actual, no le alcanza para competir en las Eliminatorias, pese a reconocer que su ingreso le cambio la cara a la Roja. “Uruguay no nos pasó por encima solo por su ritmo, sino porque lo hecho por Chile no fue suficiente. Cuando entró Vidal, su mera presencia hizo notar sus pergaminos, tan así que hizo un gol. Sin estar a un 100 por ciento, que es lo más terrible de todo. Ordenó e hizo jugar al equipo”, asegura el campeón de la Copa Libertadores 1991.
El autor del “gol imposible” a los charrúas, aporta que las últimas temporadas del formado en Colo Colo han sido muy por debajo de lo que se espera de su figura. “Hay que reconocerle a Vidal que siempre tiene actitud al jugar. Pero no podemos olvidar que viene de años bastante flojos en los futbolístico. Berizzo se decantó por otra alternativa y metió a Arturo en el momento que estimó conveniente, logrando marcar el gol del honor”, asevera.
El subcampeón de la Copa América de 1979, en tanto, cree que la actitud mostrada por Vidal y lo que generó en sus compañeros fue producto de la circunstancia. “Brereton desapareció y Aravena solo correteó; no tuvimos ninguna amenaza frente a Rochet, salvo un lanzamiento de Marcelino. Arturo Vidal ingresó y contagió a los demás, pero fue una cosa natural al estrechar las cifras. En general, a la Roja se le vio dubitativa”, remarca.
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