Nicolás Castillo no seguirá en Pumas. Después de tres torneos, el delantero cree que cumplió su etapa en el fútbol mexicano y proyecta el futuro de su carrera en el Viejo Continente. El ariete de 25 años dejará el elenco de la UNAM luego de anotar 26 goles en 43 partidos, que lo transformaron en uno de los referentes del plantel universitario durante las últimas dos temporadas.

"El club asume la partida de Castillo. Todos los jugadores tienen derecho a progresar y él no es la excepción", dijo al CDF el vicepresidente del club, José Luis Arce.

El elenco estudiantil, además, estableció un piso mínimo de US$ 10 millones por el formado en la UC (ocho millones por el pase más dos de impuestos), para sentarse a negociar, toda vez que su contrato sigue vigente. "Mantiene su vínculo con nosotros, pero si puede ir a Europa no lo vamos a frenar. Será una gran pérdida si se concreta", añadió el directivo.

Ayer, en tanto, personeros de AIM, empresa que representa a Castillo, se reunieron con la mesa directiva de Pumas, en México, para allanar la salida del jugador. Y aunque el devenir es todavía incierto, la Serie A italiana surge como uno de los destinos anhelados por el futbolista, que aspira a volver a Europa por una revancha después de sus paupérrimas etapas en el Brujas belga, el Mainz alemán y el Frosinone italiano.

La incapacidad colectiva del Pumas de pelear por el título mexicano aceleró la intención de partir del oriundo de Renca, situación que quedó reflejada después de la caída ante el América en los cuartos de final del presente Clausura 2018.

Ayer, el diario Récord de México publicó un supuesto conflicto entre el delantero y el presidente del club, Rodrigo Ares de Parga, en el camarín de Pumas. Según el medio azteca, esta situación apura todavía más la salida del atacante.

Como sea, Pumas se resignan a perder a su estrella y él se prepara para llevar, ahora sí, sus goles a Europa. El chileno tiene hambre de redención. "El futuro está en Europa, ahí es donde quiero ir a jugar cosas importantes", sentenció el delantero en su llegada a Santiago, esperando su llamado a la Roja.