Olimpia 1-1 U. de Concepción
Olimpia: A. Aguilar; S. Otalvaro, A. Alcaraz, J. Leguizamón, I. Torres; R. Ortiz, H. Caballero (66', J. R. Rojas); A. Silva (77', J. Ortega), W. Mendieta, T. Viudez (85', N. Camacho); R. Santa Cruz. DT: D. Garnero.
UdC: C. Muñoz; G. Pacheco, A. Rolin, G. Mencia, F. Cordero; A. Camargo, J. Ballon; N. Maturana, H. Droguett (86', F. Portillo), N. Orellana (81', G. Vadalá); P. Rubio (90', W. Ponce). DT: F. Bozán.
Goles: 1-0, 16', Viudez, tras gran asistencia de Silva; 1-1 ,28', Orellana finaliza gran jugada colectiva.
Árbitro: P. Sampaio (BRA). Amonestó a Ortiz, Torres (O); Rolin, Mencia (UdC).
Estadio Defensores del Chaco. Asistieron 12.000 personas aproximadamente.
Punto de oro el rescatado por la U de Conce en el mítico Defensores del Chaco de Paraguay. Por el rival, por su posición en el Grupo C y sobre todo por saber reaccionar en los momentos justos. En la suma, el Campanil festeja el 1-1 ante Olimpia y nadie le quita la ilusión de avanzar a los octavos de final de la Libertadores. Por ahora, sigue líder de su zona.
Dicho está, el equipo de Bozán pudo sobreponerse a flojos arranques en cada tiempo. En el inicio de los primeros 45 minutos fue todo para el cuadro local, que aprovechaba el letargo futbolístico y mental del cuadro penquista. Ni Camargo ni Ballon podían frenar el andamiaje rival, Droguett no generaba y Rubio naufragaba en ataque. Por eso no extrañó la apertura de la cuenta en los pies de Viudez.
El gol despertó a la UdeC, que recién pudo avisar por primera vez a los 24' a través de Rubio. No fue el Pato, sin embargo, quien le daría la igualdad a los chilenos.
La conquista llegó en los pies de Orellana, quizás si el agente ofensivo más importante de los universitarios: Pacheco habilitó milimétricamente por derecha a Ballon, el peruano ganó línea de fondo y cedió para que el formado en Colo Colo decretara el empate. Golazo.
La U. de Concepción se dio cuenta que podía hacer daño. Tenía con qué. Maturana comenzó a aparecer y Droguett tenía más la pelota. El descanso, eso sí, le hizo mal a los chilenos.
Tal como en la primera fracción, el cuadro estudiantil entró dormido, sin poder controlar las acciones. El partido se jugaba en el área de un errático Tigre Muñoz y Olimpia imponía sus términos. Había que aguantar y solo a eso atinaba el Campanil.
Los paraguayos pudieron conseguir el, a esa altura, merecido tanto de la victoria en al menos tres oportunidades claras, pero sus atacantes tuvieron poca puntería. Y eso, en este tipo de instancias, se agradece. La UdeC sí lo agradeció.
Pasa que los de la Octava Región se dedicaron a despejar lo que viniera hasta que el árbitro finalizó el partido. Las llegadas se limitaron a contras aisladas. Entendieron que eso era lo que había que hacer: tener la pelota lo más posible. Administrarla con inteligencia. Que el punto era enorme. Que con cuatro unidades miran a todos para abajo al menos hasta recibir a Godoy Cruz en abril.