El presidente ruso, Vladímir Putin, abordó hoy en el Kremlin los preparativos del Mundial de Rusia con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, según informó el Kremlin.

La reunión debería haber tenido lugar en Sochi (mar Negro), pero Putin canceló su viaje tras el siniestro el domingo del avión An-148 con 71 pasajeros abordo.

Precisamente, lo primero que hizo Infantino fue transmitir el pésame al líder ruso por la catástrofe aérea, la mayor en este país desde finales de 2016.

Putin e Infantino mantienen "unas buenas y constructivas relaciones personales", destacó Dmitri Peskov, el portavoz presidencial, quien agregó que "Rusia se encuentra en gran medida preparado para el Mundial de fútbol".

Cuando viajó a Moscú el pasado 1 de diciembre para presidir el sorteo mundialista, Infantino ya se mostró "convencido" de que el Mundial de Rusia 2018 sería "el mejor de la historia".

"Estoy convencido de que el Mundial de Rusia será el mejor de la historia. Esa es nuestra misión, organizar el mejor Mundial. Por lo que he visto, todo está preparado y lo que no, lo estará muy pronto", afirmó.

La FIFA inició a finales de enero la última fase de inspección de los estadios mundialistas, que para el 1 de abril deben de estar preparados para acoger partidos oficiales, según el comité organizador.

En la primera de las tres etapas finales de inspección los especialistas de la FIFA y del comité organizador supervisaron el estadio Luzhnikí (81.000 asientos), que albergará el partido inaugural el 14 de junio y la final el 15 de julio.

También visitaron el estadio del Spartak Moscú (45.000) y el San Petersburgo Arena (68.000), que demostraron su fiabilidad el pasado año en la Copa Confederaciones.

Los otros nueve estadios serán inspeccionados posteriormente, tras lo que el comité organizador invitará a la prensa a comprobar el estado de las instalaciones.

En diciembre Putin admitió retrasos en uno solo de los doce estadios del Mundial, en referencia al de Samara, que acogerá uno de los cuartos de final del torneo y que se ha convertido en el mayor quebradero de cabeza de la organización.