Qatar pagó US$ 880 millones para quedarse con la Copa del Mundo de 2022. Eso afirma en su edición de este domingo el diario británico The Times, que publica una serie de documentos con supuestos contratos entre la FIFA y el gobierno catarí que le permitieron al país asiático asegurar la organización del certamen.
De acuerdo a la publicación, el pago se hizo de manera encubierta mediante la cesión de los derechos de transmisión a la cadena de TV Al Jazeera, perteneciente a la familia de Tamim Bin Hamad Al-Thani, actual emir de Qatar. Según la citada información, los asiáticos ofrecieron un pago previo de US$ 400 millones 21 días antes de la designación de la sede, en diciembre de 2010.
Con eso, el canal se haría con los derechos de transmisión para los torneos de Rusia 2018 y de 2022, a razón de US$ 150 millones por evento, más un bono extra de US$ 100 millones en caso de que la competencia que se jugará dentro de tres años, fuera efectivamente en Qatar.
Los otros US$ 480 millones fueron ofrecidos a la FIFA tres años después, en 2013, justo en medio de la investigación por corrupción en torno a la designación de la sede de la próxima cita planetaria.
Según acota la información, además, los contratos y los alcances de los pagos están siendo investigados actualmente por la justicia de Suiza.
La nota destaca, también, que los montos pagados por Al Jazeera son al menos cinco veces más elevados que los ofrecidos por sus contendores en la lucha por los derechos de transmisión y que, esa oferta en particular, es la única en toda la historia que la FIFA ha aceptado antes de conocerse la sede del campeonato.