Las aprensiones en torno al Mundial de Qatar se han dejado sentir desde que el país asiático fue designado como sede del máximo evento futbolístico. Por distintos motivos, que se pueden resumir en las diferencias que existen en la sociedad local respecto de las del resto del mundo. Ahora, a horas del comienzo del evento, las denuncias llegan desde el lugar en que se realizará. Y, derechamente, apuntan a la censura que se teme que puedan ejercer las autoridades del país anfitrión.
El periodista danés Rasmus Tantholdt cumplía la tarea que le encomendó la estación televisiva para la que trabaja, cuando un vehículo con vigilantes se le acercó para interrumpir el despacho. Ni siquiera bastó el intento de explicación. Su trabajo fue interrumpido con una mano sobre la cámara que registraba el informe.
Tensión y disculpas
En el diálogo, Tantholdt le enrostra al guardia el discurso oficial de la organización. “Invitaste a todo el mundo a venir aquí, ¿por qué no podemos filmar en un lugar público?”, le dice antes de exhibirle la acreditación respectiva. Luego, cuando la discusión ya está más encendida, le pregunta derechamente si quiere romperle el implemento de trabajo. “¡Puedes romper la cámara! ¿quieres romper la cámara? ¿Entonces nos estás amenazando con romper la cámara?”, se escucha.
El Comité Supremo de Qatar asumió el error y ofreció las respectiva disculpas. Sin embargo, el reportero no se conformó. “Esto revela en qué país estamos”, insistió. “Este no es un país libre y democrático. Mi experiencia después de visitar 110 países en el mundo es que cuanto más tienes que esconder, más difícil es informar desde allí”, agregó.
Dinamarca, el rebelde
Coincidencia o no, el equipo periodístico objeto de la limitación pertenece a la televisión danesa. La federación de ese país es una de las que se ha rebelado frente a las condiciones en las que se ha desarrollado la organización del certamen. Las leyes que sancionan a la comunidad LGBTIQ+ y el bajo grado de respeto a los Derechos Humanos han sido algunas de las materias que han sido puestas en entredicho. La muerte de trabajadores y el abuso laboral que han sufrido ha sido materia de denuncia por organizaciones internacionales.
En esa línea, Dinamarca presentó una tercera camiseta, distinta a la tradicional tricota roja y a la blanca que suele usar como alternativa. La prenda es negra. “El color del luto. El color perfecto para la tercera camiseta de Dinamarca para la Copa del Mundo de este año. Si bien apoyamos a la selección danesa en todo momento, esto no debe confundirse con el apoyo a un torneo que le ha costado la vida a miles de personas. Deseamos hacer una declaración sobre el historial de derechos humanos de Qatar y su trato a los trabajadores migrantes que han construido los estadios de la Copa Mundial del país”, publicó la marca en sus perfiles en redes sociales.