"Si el quad fuese tan fácil, habría diez, quince o veinte Casale"

Ignacio Casale

Ignacio Casale logró un tricampeonato histórico en los quads del Dakar, haciendo una travesía que rozó la perfección. Ganó cuatro etapas y nunca soltó el liderato en la general.



Es una tarde habitual en el Mall Sport. Muchas personas se pasean dentro del recinto. Algunas tomando helado, otras viendo los elementos deportivos dispuestos en las mamparas de las tiendas. Afuera, el asfalto arde por los 33 grados que cubren la capital. Unas cuantas brisas recorren el exterior, pero poco ayudan para amortiguar el calor. De pronto, desde lejos se divisa una persona que viste short oscuro, zapatillas negras y una polera de un pálido rosado. Es Ignacio Casale (32 años), tricampeón del Rally Dakar. El Perro se nota cansado. Su cuerpo aún da atisbos de no acostumbrarse al horario chileno, después de pasar dos semanas en Arabia. "Perdón si ando muy disperso", dice, mientras se ríe. Recién llegó el domingo por la tarde a Chile.

Cuando se embarcó en Pudahuel, el Perro prometió que traería otro título. Y cumplió, haciéndolo con maestría: ganó cuatro etapas y nunca soltó la punta. En su undécimo Dakar, la vida le sonríe, más maduro y con tres títulos.

¿Fue este el Dakar más difícil que ha enfrentado?

No. No ha sido el Dakar más difícil. Y es más, te seré sincero, podría haber corrido dos, tres o cuatro etapas más. Hubiese podido correr feliz más etapas, porque me preparé para una competencia durísima. Nos habían metido mucho susto, que íbamos a tener mucha duna. Entonces, a nivel de dificultad, no fue el más complejo de los once en que he competido.

¿Cómo fueron las etapas en Arabia?

Cuando corríamos en Argentina, Chile o en Bolivia eran etapas realmente extenuantes, y creo que allá no fue tan así. Fueron etapas más rápidas, donde las velocidades promedio eran mucho más altas. Se terminaban más temprano las etapas, tenías menos enlaces. Casi que no andábamos por carreteras. Tú terminabas la etapa, andabas 100 kilómetros y llegabas al bivouac. Tenías muchas más horas de descanso.

Para esta versión el Dakar visitó un continente nuevo, ¿cómo fue esta versión en Arabia Saudita?

Realmente Arabia Saudita es un país gigante, que tiene una variedad de terrenos muy grande. Para mí la etapa más bonita fue la de Neom. Pasamos por lugares maravillosos, que lamentablemente no tenemos ni siquiera un segundo para poder disfrutarlo. Arabia tiene una geografía perfecta para poder hacer el Dakar. Hay una mezcla de terrenos muy amplia. Esto provoca que los pilotos tengamos que ser bueno para muchas cosas.

Se mantuvo siempre primero, ¿qué tan importante fue eso?

Eso realmente me tiene muy contento. Era parte de la estrategia: atacar los primeros días. Por suerte me acomodó desde el primer día. Llegué atacando desde la primera etapa, lo que provocó que en la cuarta tuviera una diferencia amplia. Respetamos la estrategia y la cumplimos al pie de la letra. No dejamos nada al azar.

El motorista portugués Paulo Gonçalves falleció en la séptima etapa, ¿cómo vivió ese día?

Fue algo muy duro. Cuando pasé por ahí se lo estaban llevando en helicóptero. Cuando llegué a la meta me contaron y realmente es un sentimiento de mierda. Era una leyenda del Rally. Es increíble que se haya muerto. En ese minuto me daba lo mismo el resultado, solo quería descansar la mente.

¿No es inhumano seguir compitiendo con un colega muerto?

No. Yo creo que está bien suspender una etapa, para poder digerir un poco y para poder pensar y recuperarse, pero terminarla por completo no sé si es el camino correcto, porque finalmente todos sabemos a lo que nos estamos exponiendo. El Dakar es la carrera más difícil y peligrosa del mundo. Todos sabemos lo riesgosa que es, una carrera donde todo puede pasar y hay que estar preparados, hay que saber afrontar este tipo de cosas y aprender de esto.

La presente edición del Dakar fue la mejor para Chile a lo largo de la historia, ¿qué piensa de este logro?

Estoy orgulloso de mi país y de todos los pilotos que corrieron en el Dakar. Es un sacrificio enorme llegar, no solamente por lo económico, sino que el coste físico y de tiempo que uno le dedica a esta carrera. Esperemos que esto lo podamos replicar en el próximo Dakar. Hicimos una muy buena carrera y se lo demostramos al mundo.

¿Se considera una leyenda del deporte motor?

No me considero una leyenda. Solamente soy una persona que cuando niño tenía un sueño de ser piloto profesional. Y lo estoy viviendo. Me gusta bajarle un poco el perfil cuando me hablan de eso.

En el pasado dijo que su primer Dakar fue el momento más feliz de su carrera. Hoy es tricampeón, ¿en qué lugar queda este título?

Es difícil responder eso. Todos los dakares que he ganado han sido distintos. El primero tiene un gusto especial, porque era un cabro chico. El triunfo de ahora tiene un sabor especial porque después de estar un año retirado volví con otra mentalidad, más maduro. Lo disfruté como nunca. Cantar el himno en Arabia es uno de los momentos más emotivos que he vivido en mi carrera. No lo olvidaré nunca.

¿Le molesta escuchar que la de Quads es una categoría inferior del Dakar en comparación con las motos o los autos?

La verdad me da lo mismo lo que piense la gente. Es obvio, porque hay menos competidores. No son 178 como lo son en las motos, pero, ¿qué voy a hacer? No es mi problema. Yo solamente hago lo que me gusta. Trato de hacer bien mi trabajo y lo único que digo es que, si fuese tan fácil, habría diez, quince o veinte Ignacio Casale, y no solamente uno, como hay ahora. Muchos pilotos han probado suerte en la categoría sin tener éxito y creo que eso responde de alguna forma la pregunta. Yo tengo claro que no es la categoría más competitiva... clarísimo... lo he dicho desde el primer día, y el que piense así es problema de él.

Pero en el próximo Dakar, ¿seguirá en los quads?

No lo sé. Me tomaré unas vacaciones y luego tendré la película más clara.

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