¡Qué Bárbara!

Derrumbada sobre el suelo, absolutamente extenuada y tratando de recuperar el aliento tras cruzar, como tantas otras veces, la línea de meta en primera posición. Así vivió la multicampeona chilena Bárbara Riveros (30) los instantes posteriores al término de la prueba de triatlón femenino en la laguna La Angostura de Cochabamba, donde la atleta logró colgarse, con mucho más sufrimiento del esperado, su octava presea sudamericana -la cuarta dorada- entregando al Team Chile su decimosegundo oro en los presentes Juegos Odesur. Pero retener su corona continental no fue Chicka, en absoluto, una empresa fácil.

Golpeaba el sol con fuerza sobre las cabezas de las competidoras en el muelle de la Cabaña del Arquitecto durante la presentación oficial de la carrera, disputada en esta ocasión exclusivamente en la modalidad de distancia sprint, es decir, ésa en que los participantes deben nadar 750 metros, recorrer en bicicleta 20 kilómetros y cubrir trotando cinco más antes de toparse con la línea de meta. Los 2.700 metros de altura en que se encuentra enclavado el escenario y los casi 28 grados centígrados que marcaban los termómetros en el momento de la largada inicial no iban a ser los mejores compañeros de viaje para Bárbara.

Las brasileñas Vittoria Lopes y Luisa Baptista fueron las más rápidas en el agua. Su mejor cadencia de nado les permitió arañar varias decenas de segundos a la chilena al llegar a la primera transición. A esas alturas de la prueba, Bárbara marchaba tercera, no demasiado lejos de sus compatriotas Salazar y Carvallo, que lograron subirse a la bicicleta dentro del grupo de las 12 mejores.

Con un fantástico ritmo de pedaleo, Riveros consiguió neutralizar a Lopes y Baptista en la segunda vuelta del tramo de ciclismo, logrando iniciar la transición al trote en primera posición, seguida muy de cerca por la incombustible Baptista y la colombiana Raga, quien terminaría desinflándose al inicio de la ruta pedestre, donde comenzó a irrumpir la figura de la ecuatoriana Elizabeth Bravo, a la postre medalla de bronce gracias a un conmovedor esfuerzo final.

A falta de un kilómetro para la meta, y con los pasos de Baptista resonando demasiado cerca, Bárbara tuvo que apretar los dientes para batirse a sí misma. Para liberarse con una exhibición final de altura de la soga de la altura de Cochabamba, y para terminar cruzando la meta en solitario deteniendo el reloj en un crono de 1:01'40'', aventajando en 19 segundos a la brasileña, merecida medallista de plata. Valentina Carvallo terminó décima y Catalina Salazar undécima.

"Estoy súper contenta la verdad, porque fue una carrera súper dura y no fue nada fácil. Así que muy contenta de poder darle este oro a Chile y a toda la gente que me entregó algo de inspiración. Lo di todo y espero que hayamos tenido un buen martes", comenzó diciendo la triatleta, tras dar el susto en su llegada a la meta al permanecer varios minutos tumbada sobre el suelo tratando de recuperar la respiración.

"Cuando la brasilera se venía acercando, pensé que no lo iba a lograr porque, bueno, no fue fácil. El recorrido no fue tan duro, pero se notó muy fuerte la altura. Al final me pasó la cuenta, pero gracias a Dios pude tener la mente fría y aguanté hasta el final para poder darle este triunfo a Chile", reconoció más tarde.

El triunfo de Bárbara Riveros, que volvió a hacer honor a su nombre en las alturas, entregó una nueva presea dorada al Team Chile en Bolivia, en un deporte que domina como pocas y en el que su hermano Gaspar, en la prueba masculina, disputada una hora más tarde, terminó quedándose a las puertas de las medallas tras comandar la carrera durante las dos primeras transiciones. El menor de los Riveros tuvo que conformarse con un notable cuarto puesto.