Este domingo Argentina se coronó campeón del mundo por tercera vez en su historia, luego de vencer en la gran final de Qatar 2022 al hasta entonces vigente monarca, Francia, en un mundial que tuvo varios elementos propios de la cultura local que llamaron la atención en el resto del planeta.

Una de esas peculiaridades fue la que se vio en la ceremonia de premiación al campeón. Es que justo antes de que Lionel Messi, quien también fue galardonado con el Balón de Oro al mejor jugador del certamen, recibiera la copa en su calidad de capitán argentino, fue vestido con una especie de capa o bata semitransparente por el Emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani.

Lo cierto es que dicha túnica corresponde a un besht, prenda tradicional de dicho país que es elaborada a mano para los altos mandos de la nación. Ésta se coloca encima de la ropa principal y es ocupada por el propio jeque -único facultado para utilizarla siempre en su calidad de máxima autoridad- los ministros y otras personas relevantes.

No obstante, su uso también se extiende a las familias qatarís, que la pueden vestir solo en ocasiones especiales y ceremonias importantes, precisamente como la de este domingo en donde se celebra el día nacional del país, conmemoración que curiosamente coincidió con el cierre de la Copa del Mundo.

Dicha celebración es un homenaje al día en que el jeque Jassim bin Mohammed Al Thani unificó todas las tribus de la península, por lo que este día se puede considerar como el nacimiento del estado de Qatar. En este contexto, el país se viste de gala -con el besht como protagonista- y se prepara para festejar una vez caída la noche.

Debido a lo anterior, el gesto del Emir cobra relevancia ya que le otorga un reconocimiento al “10″, permitiéndole usar una prenda de gran significado y valor a la estrella de la albiceleste para así recibir el trofeo que lo acreditan a él y a sus compañeros como los mejores del planeta.

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