El entrenamiento de Francia estuvo marcado por las ausencias. Cinco jugadores no participaron en la sesión grupal que dispuso el técnico Didier Deschamps para empezar a afinar la fórmula con la que enfrentará a Argentina. En dos de ellos, Raphael Varane e Ibrahima Konaté, asomó un síntoma preocupante: la fiebre. Y en ese escenario la sospecha natural apuntaba a dos opciones: el Covid-19 o el denominado virus del camello.

¿Qué es el virus del camello? Un patógeno que circula hace un tiempo en el Medio Oriente. De hecho, la enfermedad que origina, recibe esa denominación: Síndrome Respiratorio de Oriente Medio, MERS. La enfermedad es causada por un coronavirus, el MERS-CoV, que hasta octubre de 2019 que anotaba una extensión considerable y una letalidad igualmente preocupante: 2.400 casos, con más de 800 muertes. Por lo pronto, antes del evento, la Organización Mundial de la Salud había advertido a quienes viajarían a Qatar de que debían adoptar las medidas de prevención respectivas.

El problema es que al menos una de ellas resulta difícil de cumplir. Especialistas recomiendan el lavado adecuado de manos, evitar el contacto con dromedarios y vigilar posibles síntomas compatibles con MERS. Además, en la medida de lo posible, evitar aglomeraciones. Este punto es, precisamente, el más complejo de cumplir en un torneo multitudinario.

No hay vacuna

El sitio especializado Cuídate Plus entrega un pormenorizado reporte acerca del virus. “El coronavirus MERS-CoV es un virus zoonótico que se transmite de animales a personas. Según se desprende del análisis de varios de sus genomas, se cree que el patógeno se originó en murciélagos y se transmitió a los camellos en algún momento de un pasado lejano. Se transmite por contacto con dromedarios infectados y muy esporádicamente se ha visto transmisión de persona a persona”, consigna.

También detalla los contratiempos que produce. “Causa graves problemas respiratorios -puede desencadenar neumonía- además de fiebre y tos, aunque en un primer momento puede ser asintomático. En los casos más graves también se produce expectoración de sangre, diarrea y vómitos”, añade. Y precisa el alcance que tiene. “Según datos de la OMS, presenta una tasa de letalidad del 35%. El propio organismo internacional considera que esta cifra podría ser una sobreestimación de la verdadera tasa de mortalidad, ya que cabe la posibilidad de que los actuales sistemas de vigilancia no detecten los casos leves de MERS”, explica.

La misma publicación precisa que 27 países han notificado casos a la OMS, aunque es en Arabia Saudita donde existe la mayor concentración de ellos. Ocho países europeos están en el listado. Se trata de estados con una fuerte conexión económica con países árabes. Aún no existe una vacuna, aunque se está trabajando fuertemente a nivel científico para dar con una fórmula que permita controlar la enfermedad.

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