Nicolás Jarry (20°) enfrentó uno de los meses más complejos de los últimos años. La temporada para el Príncipe ha sido irregular. Ha tenido momentos muy dulces, como su participación en el Masters 1000 de Roma, donde alcanzó la final. Pero también varios instantes de agraz, como los casi dos meses que pasó sin ganar antes del certamen de la capital italiana o su temprana eliminación en Roland Garros, donde no pudo refrendar lo bueno que había hecho días antes. Ahora esperaba redimirse en la gira de césped. Sin embargo, recién pudo actuar en Wimbledon y también se despidió en primera ronda. Semanas antes de su participación en Londres, el chileno reveló que padece neuronitis vestibular.
“No me siento bien, no vengo sintiéndome bien y no me voy a sentir bien pronto, pero estoy muy contento con mi entrega, con haberme dado la posibilidad de jugar en Wimbledon, un torneo muy especial y he trabajado muy duro estas últimas dos semanas, con todo lo que me pasó, para intentar llegar”, señaló el tenista nacional en una entrevista con ESPN.
Este lunes, la segunda raqueta nacional acabó siendo derrotada por 6-1, 7-5 y 6-4 por el canadiense Denis Shapovalov. “Llegué, me pude dar la chance de jugar. Tuve mis chances, incluso dentro del partido. Muy contento, es duro, pero lo acepté muy bien. Me voy feliz. El sábado que llegué, volé sin saber si iba a jugar. Empecé hace ocho días con mi entrenador tirándome la pelota con la mano y hoy pude jugar un partido y hacer sufrir al otro”, dijo tras la derrota.
Frente a su recuperación, el pupilo de César Fábregas es cauto. “Lo fome es que la única solución de lo que me pasa es seguir dándole. Tengo que ir aceptando el cómo me voy sintiendo, los avances, sea la rapidez que sea, y tengo que entrar a la cancha, porque es lo que toca y poco a poco me iré sintiendo mejor”, reveló.
“Van a haber movimientos que le van a costar”
En búsqueda de poder entender de una manera exacta el padecimiento que sufre el tenis y el trabajo que deberá realizar para volver a la competencia, El Deportivo se contactó con la doctora Constanza Beltrán, otorrinolaringóloga e integrante del Centro de Oído de Clínica Universidad de los Andes.
La profesional da detalles en torno al tiempo que puede tomar la recuperación y qué es lo más complejo de ir ajustando. “Si partes con un tratamiento precoz, le das corticoides en forma temprana y empiezas los ejercicios de rehabilitación tres veces a la semana, podrías volver a las dos semanas. Lo que pasa es que van a haber movimientos que le van a costar. La primera fase la va a lograr hacer antes de las cuatro semanas, pero sobre todo las miradas laterales van a tomar un poco más de tiempo, porque eso es lo último que se recupera”, explica.
De todas formas también reitera en que el tiempo siempre va a depender del trabajo que vaya realizando y que esas cuatro semanas de las que habla, no son para que la inflamación disminuya, sino que en ese tiempo la compensación de los oídos debe estar resuelta. Eso sí, también admite que pese a los avances en la medicina, aún no se logra comprobar por qué se produce este trastorno. “La literatura y los trabajos no han podido demostrar qué es claramente lo que la origina. Lo que se cree es que esta inflamación es de origen viral. Es decir, es un paciente que tiene una infección respiratoria alta y secundariamente se inflamaba el nervio provocando estas manifestaciones”, señala.
Finalmente también apunta a que si bien hay muchos pacientes que logran recuperarse completamente, también existen casos en que pese a que los oídos logran compensarse, los pacientes pueden quedar con un daño muy pequeño. Esto se vería traducido en perdidas de estabilidad cuando se exige mucho al sistema del equilibrio.
Cambio en el diagnóstico
Si bien en primera instancia se pensó que Jarry padecía de la enfermedad de Menière, fue el mismo tenista quien se encargó de informar su verdadero problema. “Como aclaración, estoy atravesando una neuronitis vestibular. Estoy haciendo todos los ejercicios que me mandó el doc (sic) para recuperarme lo antes posible”, expuso, a través de su cuenta de Instagram.
La complicación de salud que aqueja al deportista se define como: “Un trastorno caracterizado por una crisis de vértigo brusca e intensa (falsa sensación de movimiento o de rotación), causado por la inflamación del nervio vestibular, la rama del 8º nervio craneal que contribuye a controlar el equilibrio”. En esa línea, el sitio MSD Manual, explica lo que es el vestíbulo, en los conceptos médicos. “Es una parte del oído interno. Contiene órganos que controlan el equilibrio. Está conectado al cerebro por el nervio vestibular. Probablemente, la neuronitis vestibular está causada por un virus”, es la definición.
La principal diferencia con Menière, es que es una afección aislada de la rama vestibular del nervio vestibulococlear. Por lo tanto la audición no está alterada y no se aprecian acufenos (tinnitus o zumbidos en el oido).
En esa línea, el malestar generado por la neuronitis vestibular puede generar vómitos, nauseas y nistagmo. Esto último son “sacudidas rápidas de los ojos en una dirección, alternando con un lento retorno a la posición original”, de acuerdo al diccionario. ¿Por qué se produce esta enfermedad? De acuerdo a lo explicado por la medicina, está relacionada a cuadros virales. Suele darse luego de una infección respiratoria alta. Eso produce la inflamación del nervio y por lo tanto la trasmisión de la información sobre la posición recogida por el oído interno se ve alterada. Los plazos de recuperación, tal como declaró Jarry, van desde tres semanas a un mes.
Entendiendo los tiempos de recuperación y lo dicho por el mismo deportista, sus participaciones en los torneos que vienen se enmarca en un escenario muy complejo. El tenista estuvo dos semanas en cama, tres sin actividad física y alcanzó a entrenar solo días antes de Wimbledon. Su desafío más grande son los Juegos Olímpicos.
Más allá del malestar, el deportista chileno ya se visualiza siendo parte del equipo que comandará Nicolás Massú en la capital de Francia. “Vamos a ser tres (Jarry, Tabilo y Barrios) ahí empujándonos para hacer lo mejor posible. Tener a Nico siempre es especial, suma. Son muy entretenidas las semanas de Copa Davis con él. Son más emocionales y él sabe usar toda esa energía extra a su favor, es lo que hemos ido aprendiendo con él. Siempre suma tenerlo cerca tuyo en algunas semanas del año”, expresó hace algunas semanas.