Las conmociones cerebrales son uno de los escenarios médicos más complejos que pueden enfrentarse en una cancha de fútbol. El ejemplo de Javier Altamirano, el futbolista chileno que se desvaneció en el duelo entre su escuadra, Estudiantes de La Plata, y Boca Juniors, en un partido de la competencia argentina es el ejemplo más gráfico y próximo. Los minutos posteriores a la caída del volante chileno fueron angustiosos. Hubo temor por su vida. Afortunadamente, el jugador formado en Huachipato se está recuperando. Aún no se sabe cuando volverá a la competencia.

La Conmebol toma precauciones de cara a la Copa América. La entidad que rige al fútbol sudamericano fija su prioridad en la protección de la salud de los futbolistas que animarán la competencia en Estados Unidos e instruye una medida concreta: una sexta sustitución, destinada, precisamente, a una emergencia de este tipo.

La tarjeta rosa

La modificación está incluida en el artículo 96º de la competencia. “Se podrá realizar hasta 1 (una) sustitución por equipo por partido ante la sospecha de traumatismo craneoencefálico y conmoción cerebral, siendo independiente de las 5 (cinco) sustituciones que menciona este Reglamento en el artículo precedente (en caso de prórroga, seis sustituciones). La sustitución por conmoción cerebral podrá llevarse a cabo independientemente del número de sustituciones realizadas hasta el momento en que se produzca”, consigna ahora la disposición.

Altamirano, retomando la actividad física. (Foto: @EdelpOficial - X)

“Si el equipo decide llevar a cabo la sustitución por conmoción cerebral, se informará al árbitro principal o al cuarto árbitro. Para esa sustitución, se utilizará una tarjeta de color rosado, diferente de las otras tarjetas de sustitución”, se establece en el segundo inciso. Para una mayor precisión, se trata de la papeleta que suele recibir el cuarto juez para, posteriormente, exhibir los números de los jugadores involucrados en la modificación y no de una cartulina adicional para el árbitro, que se sume a las tradicionales amarilla y roja.

Uno más para el rival

“No obstante, si se efectuara una sustitución normal al mismo tiempo que una sustitución por conmoción cerebral, se descontará una oportunidad de sustitución. Cuando un equipo haya utilizado todas las oportunidades de sustitución regular, no podrá usar una sustitución por conmoción cerebral para efectuar una sustitución regular”, añade un tercer acápite.

El siguiente precisa que, de utilizarse esa modificación, el equipo rival contará con un nuevo cupo para un cambio. “Cuando se haga uso de la sustitución por conmoción cerebral, el equipo contrario dispondrá automáticamente de la posibilidad de efectuar una sustitución adicional. El árbitro principal o el cuarto árbitro informará el equipo contrario de que, a partir de ese momento, tiene la opción de usar un sustituto adicional y una oportunidad de sustitución adicional, que se puede efectuar de manera simultánea o con posterioridad a la sustitución por conmoción cerebral que haya realizado el equipo contrario. Esta oportunidad adicional solamente se podrá utilizar para una sustitución adicional, no para sustituciones regulares”, explica.

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