El domingo a las ocho de la mañana el himno chileno se escuchará fuerte en el Estadio de Toulouse. Será la primera vez que la canción nacional se exponga en un Mundial XV de rugby. Ocasión que también permitirá que miles de personas prendan sus televisores y sigan a Los Cóndores a la distancia. Para muchos de ellos, será incluso la primera vez que vean un partido de rugby.
Por eso se hace necesario hacer un repaso por las jugadas, posiciones y cobros que rodean a esta disciplina. Una compleja, principalmente por la gran cantidad de situaciones que se van generando con el paso de los minutos (dos tiempos de 40 minutos) dentro de la cancha.
Lo primero es entender que al igual que la mayoría de los deportes colectivos (juegan 15 jugadores por equipo hasta con ocho sustituciones), el objetivo del rugby es llevar el balón a la zona de anotación (in goal) del equipo rival. Al final del encuentro, la escuadra con más puntos gana.
Existen cuatro tipos de anotaciones. La primera es try (un jugador genera presión deliberadamente con el balón la zona de anotación) y vale cinco puntos. De darse aquella situación, el equipo además tendrá la posibilidad de hacer una conversación que significará dos puntos más. También existe la posibilidad que durante el partido, un equipo opte patear a los palos, lo que suma tres puntos. Otra opción, muy similar a esta última, es el drop, que es cuando una escuadra en la jugada opta por soltar el balón para que este rebote lentemente y le pegue a los palos. También da tres puntos.
La otra opción de sumar puntos es a través de un “try penal” que vale siete puntos y se cobra cuando hay una falta de juego sucio en una jugada con opción clara de anotación. Si eso sucede, no hay chance de conversión.
Si en enfrentamientos de eliminación directa, los encuentros terminan igualados se pasará a definir en dos tiempos suplementarios de diez minutos cada uno. Si persista la paridad, se disputarán diez minutos más de muerte súbita, donde el primer equipo que anote puntos será declarado el ganador. Si todo queda igualado (algo muy poco común) se utiliza como último recurso una competencia de penales, tal como sucedió en el partido entre Leinster y Cardiff en la Heineken Cup de 2009.
Forwards y Backs
Los equipos de rugby XV se dividen en forwards y backs, dos grupos que tienen funciones distintas, pero que están en constante contacto. Ambos grupos están siempre sobre el terreno de juego y todos tienen un número especifico por posesión, no por jugador como en el fútbol.
Los forwards, también conocidos como pack, corresponden a los jugadores más fuerte del equipo, quienes buscan obtener y mantener la posición, además de realizar los tackles. Se compone de tres líneas. En la primera están los pilares (#1 y #3) y el hooker (#2), después vienen los segunda línea (#4 y #5) y en la tercera están los Ala, tanto del lado cerrado (#6 y #7) como del abierto. Junto a ellos el número ocho, que es el encargado de ordenar las formaciones como el scrum y el ruck.
Detrás de ellos están los backs, quienes crean y convierten oportunidades de anotaciones. El número nueve es el medio scrum quien juega como enlace y distribuidor de jugadas. El apertura (#10) es el jugador que recibe el balón y decide si pasar, correr o patear. Por las bandas aparecen los wing (#11 y #14) que son los especialistas en carrera. Ya más atrás están los centro (#12 y #13) se caracterizan por ser jugadores con una gran habilidad para defender y atacar. La última línea de la defensa es ocupada por el fullback (#15), quien debe destacar por su colocación. Tiene que ser ágil para tacklear, preciso para despejar con el pie y hábil para apoyar con velocidad en las jugadas de ataque.
Desarrollo del juego
El rugby se caracteriza por ser una disciplina con diferentes formaciones durante el juego, las cuales principalmente se realizan para disputar la posesión del balón. Lo primero es entender que en el rugby el tackle es la forma que tiene el equipo defensor de detener el avance del contrario. Para World Rugby es clave que esta acción se realice de forma correcta porque la mayoría de las lesiones se producen en ellos. Por ejemplo, se especifica que solo puede realizarse por debajo de la línea de los hombros y que cuando el jugador tackleado cae y toca el suelo, debe pasar el balón inmediatamente.
Aquella especificación lleva al ruck, una de las formaciones libres que existen en el rugby. Ahí, uno o más jugadores de cada equipo, que están sobre sus pies, en contacto físico, se agrupan alrededor de la pelota que está en el suelo y luchen por avanzar o retroceder la jugada. Como esta formación puede comprometer defensores es una buena oportunidad de crear espacio para las ofensivas.
Una situación similar es el maul (otra formación libre), aunque esta se realiza cuando el jugador tackleado no cae al piso. Aquí también se comprometen defensas y se pueden encontrar espacios, transformándola en una plataforma de ataque dinámica. Todos los jugadores involucrados deben estar atrapados o asidos al maul y deben estar sobre sus pies y avanzando hacia una línea de anotación.
El scrum, una de las formaciones más tradicionales del rugby, es una forma de reiniciar el juego luego de una infracción menor como por ejemplo un pase hacia adelante. Los ocho forwards se agrupan, forman el pack y se disputan hombro a hombro con el pack rival, formando una especie de túnel al medio de ambos equipos. El medio scrum del equipo favorecido ingresará la pelota dentro del túnel y sus compañeros buscarán devolverlo con los pies al final de la formación, para continuar las acciones.
Finalmente, cuando la pelota sale de las zonas permitidas el juego se reiniciará con un line out (esta al igual que el scrum son formaciones fijas). Los oponentes al equipo que tuvo la pelota antes que esta estuviese fuera de juego, lanzarán la pelota a la formación en donde están los jugadores, quienes pueden levantar entre dos jugadores a uno para que alcance la pelota. Una vez que esta fue atrapada puede pasar al medio scrum para que distribuya o decida formar un maul.
Penalizaciones
Para castigar las infracciones de juego sucio existen tarjetas amarillas y rojas. Mientras que la primera suspende durante 10 minutos a un jugador, la segunda lo deja fuera del partido, sin posibilidad de ser reemplazado, por lo que el equipo queda jugando con 14 rugbistas.
Además de las tarjetas, otra forma de castigar infracciones o faltas menores son los penales, que sirven para reiniciar el juego. Los penales por su parte llevan a que se realicen free kick, scrums o kick. Este último se da generalmente cuando el penal fue cerca de los palos, ya que permite patear y sumar tres puntos.