¿Dónde está Peng Shuai? Eso es lo que se preguntó el mundo del tenis, del deporte en general y hasta la ONU en las últimas dos semanas. Desde el 2 de noviembre que la tenista de 35 años llevaba sin aparecer ni dar señales de vida, hasta ahora, cuando el Comité Olímpico Internacional (COI), presidido por Thomas Bach, tomó contacto con la deportista. En un comunicado de prensa, la entidad expuso que está a salvo, pero que le gustaría mantener la privacidad. Fue el primer contacto con la tenista de una autoridad deportiva fuera del gigante asiático.
Pero no fue lo único. El régimen chino empezó a publicar videos e imágenes de Shuai participando de actividades. Cabe recordar que la deportista denunció, a principios de mes por la red Weibo, un símil chino de Twitter, que el antiguo viceprimer ministro Zhang Gaoli la había forzado a practicar sexo y a tener un romance durante años con ella.
Y fue en medio de esos cuestionamientos generales sobre la situación de Shuai que el COI quiso contactarla. Así, Ia entidad precisó que la tenista se encontraba en buen estado, pero que quería mantener su privacidad.
“Sana y salva”
En el escrito se explicó que la deportista “estaba sana y salva, pero que le gustaría que su vida privada fuera respetada”. Además, la institución dio a conocer que en la videollamada participó la presidenta de la comisión de atletas, Emma Terho, y la china Li Lingwei, quien también pertenece al COI. “Prefiere pasar tiempo con sus amigos y su familia actualmente”, manifiesta la máxima organización del olimpismo respecto de la vida que lleva la jugadora.
Además, desde China también empezaron a salir a la luz registros de la tenista. Primero, un video la muestra con un semblante calmado y tranquilo. La grabación fue publicada por Hu Xijin, el editor jefe del diario internacional chino Global Times, quien divulgó en su cuenta de Twitter el video en el que se ve a la tenista participando en la ceremonia de apertura de un torneo de tenis.
“El fotorreportero del Global Times, Cui Meng, la captó en el lugar”, escribió en primera instancia el editor. Luego, Qingqing Chen, también periodista del Global Times, publicó en su cuenta de Twitter otro registro de Peng, en el que se le aprecia sonriente firmando pelotas de tenis.
Sumado a lo anterior, el sábado el mismo Xijin publicó dos vídeos en los que Peng habría estado cenando en un restaurante, además de dos fotografías en las que se aprecia a la tenista rodeada de peluches deseando un “feliz fin de semana” a través de la red social Wechat.
No obstante, la comunidad internacional sigue escéptica sobre los registros y los dichos, poniendo en tela de juicio el real estado de la tenista.
“Si bien es positivo verla, no está claro si es libre y capaz de tomar decisiones y actuar por su cuenta, sin coacción o interferencia externa”, expuso el mandamás de la WTA en un comunicado previo a la videollamada.
De Nadal a la ONU: reacciones a su ausencia
Hay consternación y preocupación en el mundo. Hace pocos días atrás, el tenista español Rafael Nadal entregó unas declaraciones al periódico francés L’Équipe en el que se refirió al hecho, explicando que solo desea que la tenista esté bien.
“Estoy siguiendo las noticias y los artículos sobre Shuai Peng. Aunque no tengo toda la información, puedo decir que lo más importante ahora es que ella esté bien. Todos los miembros de la familia del tenis esperamos verla pronto con nosotros”, expuso el deportista.
Desde la ATP tampoco han quedado ajenos a esta situación. Wimbledon, el tercer Grand Slam del año, sacó un comunicado en el que hace explícito su apoyo a la deportista. “Estamos unidos con el resto del mundo del tenis en la necesidad de que se aclare que Shuai Peng está bien. Hemos estado trabajando con la WTA para esclarecer que esté a salvo. Nos gustaría decirle que su bienestar es lo más importante y que seguiremos trabajando para conseguir su seguridad”, expresó la organización del torneo londinense.
Otro estamento que se pronunció sobre la situación fue la Organización de Naciones Unidas. La ONU pidió pruebas sobre el paradero y el estado de salud de Peng Shuai. Liz Throssell, portavoz del Alto Comisionado de la entidad, expresó que es necesaria una investigación exhaustiva sobre la situación de la deportista. “Sería importante tener pruebas sobre el lugar en el que se encuentra y saber si está bien. Pedimos encarecidamente que se lleve a cabo una investigación con total transparencia sobre sus acusaciones de agresión sexual”, declaró la dirigencia en rueda de prensa en Ginebra.
El supuesto mail
Si hace poco se divulgaron imágenes y videos que el mundo puso en tela de juicio, anteriormente había aparecido otro elemento que solo hizo acrecentar las dudas sobre el paradero de la tenista: un mail.
En él, que supuestamente mandó Shuai, se retractaba de las acusaciones contra el alto funcionario chino. Esto no hizo más que acrecentar las dudas. Y fue el mismo director ejecutivo de la WTA el que cuestionó la veracidad del correo. “No hacen más que aumentar mi preocupación en cuanto a su seguridad. Cuesta creer que Peng Shuai haya escrito realmente el correo”, afirmó Simon en aquella instancia.
En ese contexto, la cadena estatal CGTN de China publicó una captura de pantalla en Twitter del correo electrónico atribuido a Peng, dirigido a Simon y los otros dirigentes de la WTA. Ahí, la tenista aseguraba que las acusaciones de abusos sexuales “no era verdaderas”, explicando que estaba “descansado en casa y todo está bien”.
Visto el mensaje y la captura de Twitter, desde WTA dudaron de la veracidad. “El comunicado publicado hoy (miércoles) por los medios oficiales chinos referente a Peng Shuai no hace más que aumentar mi preocupación en cuanto a su seguridad y su localización”, añadía Simon sobre el mail.
El presidente de WTA también había señalado que, desde ese último tiempo, han tratado de ponerse en contacto con ella en repetidas ocasiones y canales, sin éxito. De ahí que haya pedido una “prueba independiente y corroborable” de que la deportista se encontraba bien.
Cierto o no, la realidad es que no hay nada seguro en torno al estado de Peng Shuai. Con un régimen chino cada vez más cuestionado por esta situación, la comunidad internacional exige con mayor fuerza una prueba verídica del estado de la excampona de Roland Garros y Wimbledon.