¿Qué pasa por la cabeza de Arturo Vidal? Las explicaciones sicológicas para la versión más virulenta del Rey
El volante de Colo Colo se pelea con todos. Lo hizo con River Plate, con Johnny Herrera, con Charles Aránguiz, con Ricardo Gareca y, ahora, con Rodrigo Goldberg. En el trance, el volante se prepara para los partidos decisivos que tiene que afrontar con Colo Colo.
De que Arturo Vidal no tiene tapujos para manifestar lo que siente, ya no quedan dudas. La discusión se centra en cuánto medita y mide las consecuencias de lo que dirá y cuán dispuesto está a asumirlas. La conclusión es que los efectos ni siquiera parecen afectarle. De hecho, tal como en la cancha, el Rey parece dispuesto a ir contra todo y contra todos.
En el último mes, el volante de Colo Colo abrió varios flancos. En plena disputa frente a River Plate, no tuvo empachos en lanzarse contra los Millonarios, incluso en la derrota. No es poco, considerando que el equipo de la banda sangre es uno de los más populares de Argentina. Y el riesgo tampoco era menor, asumiendo las diferencias que había entre ambos planteles, aunque en la práctica el equipo de Jorge Almirón fue capaz de minimizarlas. Después, la lista de objetivos de un Vidal en versión francotirador se extendió: Johnny Herrera, Charles Aránguiz, Ricardo Gareca y Rodrigo Goldberg fueron blanco y de sus diatribas. El análisis a la actualidad de la Roja, eso sí, en un tono más mesurado, pues se produjo en el marco de una conferencia de prensa.
¿Qué pasa por la cabeza de Arturo Vidal?
Vidal recibe críticas y respaldo en proporciones más o menos parecidas. Detrás de sus incendiarios discursos se sitúan más bien los leales a su carrera y quienes distinguen en sus palabras un cambio paradigmático que, por cierto, intenta validar con rendimiento deportivo. En la serie ante el equipo transandino, el King fue capaz de responder. En Santiago, con una actuación superlativa. En el Monumental de Núñez, con una presentación correcta.
Entre sus críticos, irrita la verborrea, que incluso toca un código que en el fútbol está escrito a fuego: no referirse a los compañeros ni menos criticarles. El Vidal más frontal y agresivo se ha lanzado contra todos. Lo hace hecho con figuras vinculadas a Universidad de Chile, pero con los que compartió en la Roja, como Johnny Herrera y Charles Aránguiz, y lo ha hecho, también, contra sus compañeros albos, como después del papelón ante Magallanes.
Ahora último, se lanzó contra Ricardo Gareca, el técnico de la Roja, para exigirle el retorno suyo y el de sus compañeros de generación a la Selección. Ahí mencionó la validez del puentealtino, de Mauricio Isla e incluso agregó un nombre que resultó llamativo, por la notoria distancia entre ambos: Marcelo Díaz. La mención le generó un nuevo contrincante. En su rol de comentarista, Rodrigo Goldberg fustigó la agresividad de sus palabras hacia el Tigre, cuyas decisiones también había criticado antes, aludiendo, incluso, a su bullado accidente automovilístico en plena disputa de la Copa América en 2015. “Es un tipo elegible, pero los liderazgos se definen por varias características y una de esas es que en los momentos difíciles tú tiendes a unir, no a desunir, que es lo que hace él. Tiene un espíritu mesiánico “y yo tengo que estar y yo jugué en los mejores clubes del mundo”...que él está por sobre de todo, él es prácticamente un dios, que cómo es posible que no esté. De verdad, es sicológicamente preocupante”, estableció.
Como consecuencia, Vidal le respondió en duros términos al exdelantero. “Díganle al muerto que quiso ser presidente de la U y casi la descendió”, estableció en un live transmitido por la cuenta de Carlos Palacios en Instagram.
El denominador común es una plataforma más informal, que no requiere filtros: la de las redes sociales. El Rey es un activo usuario en Twitch, un canal que ocupa con frecuencia para reaccionar en vivo a partidos, para compartir partidas de videojuegos o experiencias con sus seguidores.
El análisis
Las expresiones de Arturo Vidal llaman la atención de los especialistas en sicología deportiva. “Es el personaje que ha construido y le han construido durante mucho tiempo, que alguna vez fue muy provechoso, pero, ahora, ya no”, establece Alexi Ponce, titular de la Asociación Internacional de Sicólogos para el Fútbol.
A los 37 años, Vidal está en la recta final de su carrera, aunque intenta estirar su vigencia. Ha tenido que luchar contra las lesiones, pero suele exhibir sus intensas jornadas de preparación física. En definitiva, se resiste a una decadencia natural en el alto rendimiento. “Sí, hay algo de eso, de adaptarse a vivir su presente. Todos dicen que el fútbol es presente. Él logró cosas increíbles, pero es difícil que vuelva a repetir esos rendimientos”, sostiene el profesional. “Adaptarse a esa nueva realidad, le va a seguir costando”, puntualiza Ponce, recalcando que los peaks de rendimiento de Vidal son cada vez más acotados y, principalmente a nivel criollo. El escenario es distinto a cuando podía destacarse frecuentemente en el fútbol europeo, el nivel competitivo más alto.
Eso sí, el sicólogo admite la capacidad del volante de convivir con la presión. “Eso le encanta. Su historia la escribió así, asumiendo la presión”, resalta.
Sebastián Leiva, también especialista en el área, añade otros elementos, aunque es especialmente cuidadoso en explicar que la suya es una visión general. “No solo podría ser atribuible a la etapa de su carrera. Puede ser un factor o no. Puede haber otros. Si bien las circunstancias las pueden agudizar, son características que las personas tenemos. Esas mismas características que tiene lo han llevado a ser el deportista que ha sido. No tendría que ser necesariamente algo negativo. Son factores que no tenemos a la mano para poder analizar”, introduce.
“Hay que ser cuidadoso con hacer diagnósticos ligeros. Todos los jugadores ocupan un lugar en los microclimas en que se mueven. En un lugar emocional ocupan uno y en otro, uno distinto. Me parece que es un jugador que tiene una trayectoria que no vamos a descubrir. Hoy, en Colo Colo tiene toda una raigambre histórica que implica que se mueva y lidere de otra manera. Esa ha sido su cualidad histórica también, que puede verse más estimulada. En otros equipos, con otros matices, pudo haber buscado tenerlo en todos los niveles, pero no es lo mismo hacerlo en Brasil, en Alemania o en el Barcelona con Messi. Hay características que explican donde ha llegado y que hoy pueden estar más agudizadas o más presentes. Las jerarquías cambian y un equipo las tiene, incluso más implícitas que explícitas.
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