¿Qué se hizo? La impresionante transformación de Leopoldo Luque, el médico imputado en la muerte de Maradona

El diametral cambio de Leopoldo Luque, el médico de Maradona.
El diametral cambio de Leopoldo Luque, el médico de Maradona.

El neurocirujano, quien era el galeno de cabecera del astro, lució un aspecto marcadamente diferente al que se le conocía en el inicio del juicio por la muerte del Diez.



Leopoldo Luque fue el último médico de cabecera de Diego Maradona. El alcance de nombre con el futbolista que participó en la obtención del título mundial para Argentina en 1978 es una mera coincidencia. De hecho, su salto a la palestra, hoy, es más bien triste: el neurocirujano es uno de los nueve imputados en la investigación por homicidio con dolo eventual que se realizó para enjuiciar a los eventuales responsables de la muerte de quien fuera considerado el mejor jugador del siglo XX por la FIFA, en una elección en la que igualó a Pelé.

Luque encabezó el equipo médico que intervino a Maradona por el hematoma subdural que se le detecto a pocas semanas de su deceso. Antes, se había ganado su confianza. Fue uno de los miembros de la ‘corte’ que debió tener como obligación cautelar la salud del exjugador del Napoli, el Barcelona y Boca Juniors. Hoy, sin embargo, es uno de los apuntados por no prestarle la debida asistencia. La justicia argentina, según expresó el fiscal Marcelo Ferrari estima que, de haber contado con ella, Maradona podría, perfectamente, estar vivo.

¿Qué se hizo? La impresionante transformación de Leopoldo Luque, el médico de Maradona

Aunque han pasado poco más de cuatro años desde el deceso que golpeó al mundo, el aspecto de Luque llamó la atención de quienes acudieron al Tribunal Oral en lo Criminal de San Isidro, donde se realizan los alegatos. Visiblemente más musculoso y canoso, sin barba y con un rostro que da cuenta de algún tratamiento cosmético, el médico resultó irreconocible para quienes llegaron al juzgado. A esa transformación añadió anteojos, lo que le daba aspecto de un hombre mucho más adulto que el que lucía cuando solía aparecer en imágenes junto al Diez.

Luque intentó darle un giro a su vida después del deceso de Maradona. La sociedad argentina lo tenía en la mira. El profesional se mudó de casa, cambió el número de su teléfono móvil, modificó su look, desapareció de los medios en los últimos cuatro años, siguió trabajando y abocó al entrenamiento en el gimnasio. Desapareció de las redes sociales. En su ingreso, de hecho, rechazó el contacto con los medios de comunicación y reaccionó airadamente. “No me rompan las pelotas”, dijo. Los periodistas a los que hoy rechaza son los mismos a los que buscaba cuando actuaba como vocero del equipo médico.

Leopoldo Luque

De hecho, su perfil en Instagram, que un momento reflejaba una incipiente popularidad, precisamente producto de la relación con Maradona, hoy no existe. En WhatsApp, quienes efectivamente lo tienen entre sus contactos suelen ver imágenes relacionadas con su devoción por el ejercicio. Cambió su afición por las motos, en las que incluso solía llegar a visitar a Maradona cuando estaba internado, por el fisicoculturismo.

Entre la muerte de Maradona y el inicio del juicio por su deceso, Luque ha jurado inocencia. “Si de algo soy responsable con Diego es de amarlo, de cuidarlo, de extenderle la vida y de mejorársela hasta lo último. Yo hice lo imposible para eso: conseguí que pueda acceder al psicólogo, al psiquiatra... Conseguí lo que nadie podía. Estoy muy mal porque se murió mi amigo. Estuve en el velorio, en el entierro y vi gente que ni había visto nunca y que se diga que no estuve con él, no lo pude creer. Yo no soy el responsable de todo esto”, ha declarado en varias oportunidades. En otras, atribuyó el estado en que terminó Maradona a la negativa del ídolo a recibir ayuda.

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