Este jueves, la familia de Leonel Sánchez sufrió una desgracia. El hogar familiar, ubicado en Recoleta, fue consumido por un incendio. A la pérdida material, cuantiosa, por cierto, se suma una histórica: el fuego arrasó con los recuerdos de la carrera futbolística del máximo ídolo de Universidad de Chile y goleador del Mundial que se disputó en Chile en 1962.
La consternación fue absoluta. Apenas se enteraron de la noticia, en Azul Azul se contactaron con la familia del exdelantero, para explorar las vías de ayuda. Los hinchas intentan hacer lo suyo. Sin embargo, al menos hasta ahora, la respuesta ha sido lenta.
Falta dinero
A través de su cuenta en Instagram, la Corfuch, entidad matriz del club, impulsa una campaña. Se propone recolectar cinco millones de pesos para volver a levantar el hogar. Sin embargo, hasta ahora, la respuesta ha sido lenta: uno de los últimos reportes respecto de la colaboración, al mediodía de hoy, consigna que solo se han reunido $ 210 mil.
Katherinne Sánchez, la hija del ex jugador ha informado, también a través de las redes sociales, de las vías para canalizar la ayuda. En el estadio Municipal de Recoleta, que lleva el nombre del astro, se están recibiendo enseres, alimentos no perecibles, materiales de construcción y artículos de aseo. “Gracias a todos por estar junto a la familia en estos tan duros momentos. Son un gran apoyo para nosotros”, expresa.
Gloria Encina, la viuda de Sánchez, había manifestado su dolor por la pérdida del inmueble y su esperanza en que los fanáticos laicos irán en su ayuda. “Los hinchas de la U siempre fueron generosos con Leonel, así que seguramente van a ser generosos con nosotros. Era nuestra hogar. Acá nacieron nuestros hijos, acá nos casamos. Tuvimos que salir de aquí un par de años, por la salud de Leonel, pero este era nuestro hogar”, declaró.
“Había una sala llena de recuerdos de Leonel. Se nos va una parte de él, pero no van a faltar los hinchas, los amigos, que nos van a mandar cosas de él”, graficó, en declaraciones a TVN, respecto del que considera el daño más doloroso. “Lo importante es que todos están bien. Lo material se repone”, expresó.
En la vivienda ya se había producido un amago de incendio. “Pero tratamos de evitar emociones por Leonel cuando estaba enfermo. Este era su santuario, efectivamente era así. Hicimos esta casa con tanto amor”, concluyó Encina en esa intervención.