Tras un fugaz paso de 15 días por el Comunicaciones argentino, Gerardo Isla (29) retornó a Chile para la temporada 2021. El pívot, capitán de la selección nacional y de Deportivo Valdivia, que no pudo jugar el primer fin de semana por la demora de los resultados de los PCR de su rival, AB Temuco-Ufro, adelanta una demorada vuelta a la actividad y sus desafíos con la Roja cestera.
¿Fue un golpe la suspensión del primer partido?
No fue tan sorpresivo, porque había posibilidades de que pasara. El martes hubo una reunión extraordinaria de liga en la que se dijo que no se iban a suspender partidos, pero no fue así. No es lo ideal, pero es lo mejor para la salud de todos. Está bien y creo que será algo a lo que nos tendremos que acostumbrar.
¿Cómo se tomó la noticia el equipo?
Había expectativa, pero también hay dos cosas que son clave. Para nosotros, una semana más de preparación es positiva. Nos permite llegar con mayor rodaje y eso es indudable. Y, más allá de eso, si las condiciones no están para jugar, hay que respetar.
¿Preocupa que se repita más de una vez?
Obviamente, pero en este formato que no es tipo burbuja, las posibilidades de contagio son mayores. Entonces, ya pasó en Europa, donde varios partidos se tuvieron que postergar porque no había la cantidad mínima de jugadores para presentarse. Es algo que hay que estar dispuesto y creo que no es para sacar ventaja deportiva, sino para demostrar fair play y aprovechar que la actividad siga creciendo.
¿Teme que peligre el básquetbol otra vez por este tipo de situaciones?
No. Creo que ya estamos todos de acuerdo en que tenemos que jugar y que lo importante es que vuelva el básquetbol.
El partido de Temuco se suspendió por la demora de los PCR. El de Las Ánimas, por tres positivos.
Cada uno tiene que tomar cartas en el asunto. Prevenir es la mejor forma. Contagios va a haber, hay que estar claro con eso. Hay que disminuir el riesgo de contagio lo que más se pueda. Podemos tomar todas las medidas de precaución, pero al final del día hay cosas que escapan de nuestras posibilidades. Estamos intentando hacer todo lo más correcto para que el básquet pueda volver.
Regresó hace poco a Chile. ¿Qué tal la Liga Nacional Argentina?
Era un sueño para mí jugar la Liga Nacional Argentina desde hace mucho tiempo y se dio. Me sirvió para sentirme jugador nuevamente y volver a competir y trabajar, que no es menor.
¿Cómo lo ha tratado la pandemia?
Pensé que iba a ser más corto. Hubo cosas incómodas para los deportistas, se terminó mi contrato y hubo que reinventarse para poder mantenerse como familia. No fue simple, pero salimos adelante.
¿Cómo se tomó la suspensión de la temporada 2020?
Pensaba que había sido una decisión apresurada, pero el tiempo les dio la razón a los dirigentes de la liga. Lo que más afectó es lo tarde que se reanuda la competencia. Han pasado casi 10 meses. No fue fácil, porque además se ve afectado nuestro rendimiento y otras cosas.
¿Se sintió abandonado por la Liga o por el Ministerio del Deporte?
El Ministerio nos podría haber ayudado en promover una vuelta a la competencia antes. Los clubes hacen lo que pueden, no son instituciones tan estables. La culpa no sé si es compartida, pero creo que quedó un poco al descubierto la informalidad de nuestro deporte.
El fútbol volvió en agosto.
Yo pensaba que con la vuelta del fútbol se podía reanudar esto un poco antes, pero ya pasó. La vuelta de ahora es positiva para todos los que vivimos de esto.
¿Cree que la informalidad que usted plantea también se refleja en las suspensiones por la tardanza de exámenes?
Es una situación país. Hay vacaciones y los contagios han aumentado. No todas las ciudades tienen una gran cantidad de laboratorios para realizar testeos, eso genera demora. Va a haber que revisar el protocolo para poder disminuir estas descoordinaciones que van a suceder por los exámenes y cosas que escapan de los clubes.
Estuvo junto con la selección en las clasificatorias para la Copa América, que siguen en disputa.
Fue sorpresivo, porque la mitad del equipo venía con algo de competencia y la otra no. Está la autocrítica de no haber podido cerrar el partido con Venezuela para asegurar la clasificación, pero sentimos que avanzamos. Hay una camada interesante que está dando frutos. Se vienen cosas buenas para Chile.
¿Perjudicó el poco rodaje?
Hubo una poca costumbre, eso es real. Pero tampoco teníamos jugadores tan inexpertos. No se nos olvidó jugar. Obviamente la falta de competencia hace su parte y hubiese sido espectacular haber tenido un mejor nivel.
Ahora vienen Argentina y Venezuela.
Si logramos jugar, vamos a llegar bastante bien. Nos van a ver con otros ojos porque les hicimos dos buenos partidos importantes en Argentina y no van a querer pasar un susto de nuevo. Vamos a ir por el triunfo.
Y arranca la Copa Chile.
Era bastante esperado. Va a depender de nosotros ser lo más cuidadosos posibles. El desafío más grande es demostrar que el básquetbol se puede jugar en Chile, así como el fútbol. Hay que comenzar a jugar. Las competencias internacionales no nos están esperando.
Debió mantenerse físicamente por su cuenta durante el parón. ¿Cómo lo hizo?
Tuve un buen equipo de trabajo que me apoyó. Tuve suerte de que conseguí gimnasio y cancha para seguir entrenando.
Valdivia comunicó que no participará de la Champions League Americas.
Es complejo. Siempre es importante jugar a nivel a internacional y es algo que no se logra siempre. Ya perdimos el cupo y es una lástima. No comparto la decisión, pero mucho más allá no podemos hacer. Era toda una motivación volver a jugar a nivel internacional, más contra el campeón de América, Quimsa.
¿Cree que se pudo haber solucionado de otra forma?
Yo creo que sí. Obviamente, mi posición es de jugador. No soy dirigente y voy a tener siempre este pensamiento. Tienen sus razones y son varias. Teníamos ilusión, porque supuestamente sí se iba a jugar. Y ahora, diez días antes… Se preveía un poco porque no teníamos la respuesta ni la confirmación. Fue complejo de asumir, pero ya está. Ahora hay que concentrarse para volver al plano internacional.
Al fin les toca debutar en la Copa Chile.
Sí, por fin se resolvió todo y podemos volver a jugar. Estamos ilusionados y con muchas ganas de volver a competir.