El tenista estadounidense Sam Querrey se había anotado esta semana en el ATP de San Petersburgo, su debut sería ante Denis Shapovalov, pero no pudo pisar la cancha, pues fue avisado de que tenía Covid-19 antes de poder jugar. De acuerdo a los protocolos del circuito, el estadounidense debía quedarse 14 días aislado en su hotel de la ciudad rusa, pero la historia fue muy distinta.
Querrey, de 33 años, viajó a la turística ciudad en el mar Báltico junto a su familia, compuesta por su esposa y un hijo de solo ocho meses. Los tres dieron positivo por Coronavirus y se esperaba que se quedaran juntos.
Pero al número 49 del ranking le dieron nuevas noticias después. Se le informó que en el caso de tener síntomas no se podrían quedar en el hotel, sino que cada miembro sería hospitalizado por separado. Eso no les pareció nada bien a los Querrey, que optaron por huir de Rusia.
Para eso lograron conseguir un avión privado, a través de uno de sus auspiciadores, el que aboradron sin dar a conocer, al menos a las autoridades del tenis, adónde se dirigían.
La mañana de este miércoles, el ATP Tour había emitido un comunicado denunciando una grave falta a los protocolos de cuidado respecto del Coronavirus, pero sin dar detalles de qué jugador se trataba. Conocida la situación del número 5 de Estados Unidos, se especula que podría ser castigado hasta con tres años de suspensión. Hasta el cierre de esta edición no se sabía el paradero del tenista ni de su familia.