Quién es Radja Nainggolan, el futbolista belga investigado por tráfico de cocaína y que ahora rompe el silencio

Radja Nainggolan había salido con su pareja cuando la policía estaba rumbo a su casa. El futbolista tuvo que dejar de lado sus planes y se entregó a los uniformados. Ahí comenzó un espiral de sucesos que han tenido al volante en las páginas principales de muchos medios. Fue detenido (posteriormente quedó con libertad condicional) y está siendo investigado por tráfico de cocaína. Específicamente, por su eventual participación en una red de narcotráfico que movía droga desde Sudamérica a Amberes, Bélgica.

Además del jugador, capturaron a otros 17 sospechosos en Amberes y Bruselas. 10 individuos pasaron a prisión después de su comparecencia ante el juez. Durante las pesquisas, la policía local incautó 2,7 kg de cocaína, 14 vehículos, joyas, relojes de lujo, dos chalecos antibalas y tres armas de fuego, dinero en efectivo y monedas de oro equivalentes a 500 mil euros.

La defensa del mediocampista apunta a un vínculo existente con algunos miembros de la organización criminal, pero descartan la participación activa de Nainggolan. “Se trata de dinero que dio a personas a las que quería ayudar económicamente porque es un hombre jovial. Ahora debemos determinar si estas personas utilizaron este dinero ilegalmente. Quizás fue ingenuo, pero nunca tuvo la intención de ayudar a personas de cierto origen. No ha sido nada agradable. No tiene nada que reprocharse en este caso, no ha cometido ningún delito, por lo que puede andar tranquilo con la cabeza bien alta”, explicaron los abogados Mounir y Omar Souidi.

Nainggolan siempre tuvo un perfil de futbolista conflictivo. Y con excentricidades. En sus mejores momentos destacó por su pegada desde fuera del área, por su capacidad física para recorrer el campo de juego y la intensidad que exhibía a la hora de marcar. Pero también traía problemas. Por ejemplo, reconocía públicamente que fumaba, algo que hace décadas dejó de ser común en el deporte. En la Roma es recordado por sus indisciplinas.

“Le tengo cariño a todos los jugadores que lleve a la Roma, el que más me enojó fue Nainggolan a quien quiero como a un hijo, pero es un delincuente, alguien a quien si le pones siete u ocho copas delante se las bebe todas. Cree que la vida es un juego”, señaló Walter Sabatini en 2023. El exgerente del cuadro de la Loba no se guardó nada en aquella ocasión. “Es un excéntrico, sus compañeros debieron ayudarle más, no consentirle sino marcarle de cerca. Siempre ha tenido todo lo que ha querido, pero sobre el césped es un jugador de primer nivel”, lanzó.

Ahora Sabatini fue uno de los primeros en hablar tras la detención del belga. Y echó pie atrás en uno de los calificativos que antes usó para definir al mediocampista. “Es vivaz, un poco travieso, pero definitivamente no es un criminal. No creo que pudiera hacer algo que justifique una condena. Es una persona que ni siquiera podría encontrarse en una comisaría, y mucho menos en la cárcel. Es un buen chico, tan generoso que a veces lo lleva a tomar decisiones algo ingenuas, pero estamos hablando de un hombre sano, un poco descuidado, tal vez. Creo que he tenido que utilizar todo mi vocabulario de insultos para él. Pero siempre sin esperanza: lo regañaba, él ponía una cara triste, y al día siguiente hacía lo mismo. Si puede contarte una mentira, lo hará, y nadie podría detenerlo. Pero de ahí a ser un criminal, hay un gran abismo”, dijo el italiano tras saber de la investigación.

“Nunca he tenido que intervenir por algo realmente serio. Sus travesuras eran salir con amigos, quizás regresando a casa tarde por la noche. Pero luego en el campo, lo daba todo, nunca faltando a un partido. Sin duda es un poco imprudente, ingenuo, pero estoy convencido de que no podría cometer un delito que merezca una persecución judicial”, añadió.

Tras quedar con libertad condicional, Nainggolan decidió referirse a los hechos. Lo hace escuetamente, a través de su cuenta de Instagram. “Ahora que estoy de vuelta en casa, quiero concentrarme plenamente en el fútbol y recuperar la tranquilidad mental. Por lo tanto, pido respeto por mi vida privada y tiempo para recuperarme”, escribió.

Sus abogados han sido enfáticos en la defensa. “Mi cliente es un futbolista, no un delincuente y niega formalmente su participación en el narcotráfico”, señalaron este miércoles. El mediocampista milita en el Lokeren-Temse del ascenso belga. Días antes de su detención había anotado un gol olímpico.