La historia del Chelsea, uno de los equipos grandes de Londres, tiene dos partes: una antes y otra después de Roman Abramovich (55). En junio de 2003, el empresario y magnate ruso compra el club, avalado con una suculenta billetera para construir una plantilla poderosa y meterse en la vanguardia de la Premier League, para competirle, en ese entonces, al Manchester United de sir Alex Ferguson y al Arsenal de Arsene Wenger. Luego de 19 años al mando, los Blues han atiborrado sus vitrinas con copas y se aprestan para nueva era. Una sin Abramovich.
La guerra en Ucrania, tras la invasión de Rusia, ha gatillado una serie de coletazos, en todo ámbito. El deporte, y el fútbol en específico, no ha escapado de aquello. Y la figura del millonario ha sido blanco de críticas por su eventual cercanía con el presidente Vladimir Putin. El sábado pasado determinó ceder el control del Chelsea a la fundación benéfica del club, maniobra para evitar cualquier sanción del Gobierno británico y también el primer paso de lo que será definitivamente la venta de su propiedad, noticia que se confirmó este miércoles.
“En la situación actual, he tomado la decisión de venderlo, ya que creo que es lo mejor para el club, los fanáticos, los empleados, así como los patrocinadores y los socios. Esta ha sido una decisión increíblemente difícil de tomar y me duele separarme del club de esta manera. Sin embargo, creo que esto es lo mejor para el club”, manifestó Abramovich en un comunicado oficial. Añadió que, a través de una fundación, se donarán todas las ganancias netas de la venta para las víctimas de la guerra en Ucrania.
Pero, ¿quién es el magnate ligado al Kremlin que se hizo popular en Occidente como el dueño de un equipo inglés? Un detalle: Forbes estima que su fortuna se aproxima a los 13 mil millones de dólares.
Este empresario de origen ruso-judío, sensible a los temas relacionados con el Holocausto, se consolidó como uno de los hombres más ricos de Rusia tras la caída de la Unión Soviética, así como muchos otros oligarcas. Oriundo de Sarátov, al sureste de Moscú, quedó huérfano desde pequeño. Al crecer, estudió ingeniería antes de dedicarse a los negocios.
En 1995, junto a un antiguo socio del entonces presidente Boris Yeltsin, adquiere acciones de la compañía petrolera Sibneft a una cifra menor al valor real de éstas (100 millones de dólares). Con el tiempo, la movida le dio réditos y las vendió a la empresa pública Gazprom, que se hizo conocida en estos días tras la determinación del Schalke 04 de sacar su publicidad de la camiseta.
“En 1996, a la edad de 30 años, Abramovich se había vuelto tan rico e influyente políticamente, que se había convertido en el hombre más cercano al presidente Boris Yeltsin, y se había mudado a un apartamento en el Kremlin por invitación de la familia presidencial. En 1999, ya convertido en un magnate, fue elegido gobernador de la remota provincia de Chukotka”, detalla una nota del periódico británico The Guardian sobre este empresario, que también incursionó en la política.
Hoy, sus principales activos están en el Reino Unido, pese a los conflictos que ha tenido en esa nación, tanto así que se le retiró la visa de inversionista, con lo cual debió sacar la nacionalidad israelí. Es el accionista mayoritario de la gigante siderúrgica Evraz, empresa con sede en Londres. Además, es el dueño del segundo yate más grande del mundo, el Eclipse (de 162 metros), que adquirió por US$ 400 millones en 2010.
El fútbol
Con el aval de una suculenta caja fuerte, los Blues han sabido competir en la élite, llevando a su seno entrenadores y jugadores top. El primer técnico que llevó Abramovich fue José Mourinho, tras ganar la Champions con el Porto, en 2004. Con el luso, fueron bicampeones de la Premier. En el proyecto caben los fichajes millonarios. Generalmente, el equipo es uno de los animadores de los mercados de pases en Europa. En cosa de revisar que los fichajes más caros de la institución han sido en los últimos años. El 1° del ranking es Romelu Lukaku, que llegó en la campaña actual, con un gasto de 113 millones de euros. El segundo es el alemán Kai Havertz, por el que el club inglés le pagó 80 millones al Bayer Leverkusen. El podio lo completa el arquero vasco Kepa Arrizabalaga, que también costó 80 millones de euros.
Hasta 2003, el Chelsea solo había ganado una liga inglesa, en la temporada 1954-1955. También logró tres Copas FA y dos Copa de la Liga. A nivel continental, una Supercopa y dos Recopas (la que hoy no existe). Desde que Abramovich asumió el timón, los Blues aumentaron considerablemente su éxito. En los últimos 19 años han ganado: cinco Premier League, cinco Copas FA, tres Copa de la Liga, dos Community Shield, dos Champions, dos Europa League, una Supercopa de la UEFA y un Mundial de Clubes.
Los aires en Stamford Bridge cambiarán. Según el medio británico Daily Telegraph, Abramovich recibiría al menos tres ofertas de personas que están interesadas en comprar el Chelsea. El multimillonario y filántropo suizo Hansjörg Wyss, con una fortuna de 4.000 millones de libras (más de US$ 5.000 millones), es uno de los aspirantes. Wyss se ha ofrecido a negociar por la propiedad, a través de un consorcio estadounidense. “Abramovich está intentando vender sus activos en Inglaterra y también quiere deshacerse rápidamente del Chelsea”, comentó al periódico suizo Blick.