¿Quién sacó a Jorge Toro de la Roja?

Jorge Toro
Jorge Toro, seleccionado chileno de 1962.

La revisión de una ausencia confusa, tal vez escandalosa. ¿Por qué no estuvo la figura del 62 en el Mundial 66? ¿Lo vetaron los jugadores de la U y la UC? La televisación de los partidos de entonces desempolva una vieja polémica. Hoy, su imagen quedó grabada para siempre en la memoria de los fanáticos del fútbol.



Han pasado ya 58 años, pero el impacto ha regresado con su sensible fallecimiento, ocurrido anoche. Más cuando su imagen vuelve a recordarse con tanta alegría por sus éxitos en la Roja. Ocurrió gracias a la retransmisión de partidos lejanos en tiempos de pandemia. Jorge Toro es el protagonista de la polémica que lo persiguió durante toda la vida. Siempre se mostró incómodo frente a ella. ¿Por qué no fue al Mundial de Inglaterra? El mismo jugador que destacó como genio y figura de la Roja del 62, no apareció en las imágenes del 66. Y desempolvando la discusión, aparece una historia con versiones siniestras y oscuras que hablan de vetos, camarillas y máxima rivalidad.

Jorge Toro tenía entonces 27 años, jugaba en el Módena y lucía un nivel altísimo. En el 62 fue el mejor. Pero Luis Álamos, el seleccionador, fallecido en 1983, no lo incluyó para el certamen inglés. “Me mandaron un telegrama del presidente del fútbol para reunirme en determinado día en Alemania, para un amistoso. Pedí permiso en el Modena, perdí mis vacaciones y los pasajes nunca llegaron. A Italia me fue a ver un periodista y le di el telegrama para que lo hiciera ver acá en Chile. Eso fue lo que pasó”, relataba Toro sobre una marginación que aún levanta polvo.

“Había algunos que reclamaban porque no querían venir. Yo siempre pensé que me iban a llamar, que me iba a juntar con ellos en Leipzig. Años después, para el 74, me llamaron para las Eliminatorias. Entré contra Perú como 20 o 30 minutos. De repente, me eliminaron, sin motivo. Y con el mismo entrenador”, añadió.

Aún así, Toro prefería mantenerse al margen de la discusión. “Nunca tuve algún problema con Álamos. A un jugador de la Selección le preguntaron, dijo que no sabía, pero habló de manos negras. No quiero hacer de esto un problema. Y quiero pensar que no me vetaron. Son decisiones técnicas. No estoy gritando ni llorando. Eso déjelo bien claro, por favor. Los entrenadores tienen el derecho a no citar. Si en el 66 no me llamaron y en el 74 me llamaron. No se comprende, pero yo no reclamo. Me afectó que no me consideraran después, pero porque me habían llamado. Y lo que digo son verdades. No he dicho ninguna mentira”, insistió.

En todo este tiempo, Toro debió responder la misma consulta una y otra vez. “La gente me pregunta por qué no me llamaron después. Yo les digo que era cosa de los entrenadores, nada más, pero sin lamentarme. Es una cuestión propia del fútbol. Toda mi vida y hasta ahora, he respetado mucho a los entrenadores. Sobre todo cuando los echan y pagan las consecuencias sin razón”, aclaraba.

La teoría del complot

Entre 1959 y 1962, Toro defendió a Chile en 20 encuentros. Su retorno a la Roja se produjo recién en 1973, cuando disputó tres partidos más. Los últimos con esa camiseta. “He tocado el tema en varios artículos y libros”, explica el periodista Luis Urrutia O’Nell, Chomsky. En uno, Historia de la clasificación Brasil 2014, hay un capítulo que se llama El boicot a Jorge Toro. En cuanto apareció el libro, me llamó Agustín Prat, dirigente de la época, y me señaló que en la gira previa a la RDA y en Inglaterra, él se encargaba de todo. Y que él había terminado de cortar el queque con el tema. Lo habían convencido con el argumento de que Toro jugaba en segunda división”.

Urrutia avala la versión del telegrama. “Se lo entregó a Antonino Vera”, recuerda. Y dice que Toro nunca recibió los pasajes. Ni los suyos ni los que había pedido para sus familiares. Y sobre los motivos, desclasifica una conversación que tuvo en julio de 2005 en una presentación de un libro en el estadio Palestino. “Ignacio Prieto nos sorprendió al confesar que con Chamaco Valdés le dijeron al Zorro Álamos que no llamara a Jorge Toro. Y que también lo conversaron con el Chueco Yávar y Chocolito Ramírez. Prieto agregó que eso era común en el fútbol y que siendo entrenador de Católica en 1987, el plantel cruzado le dijo que no trajera desde México al argentino Carlos Daniel Tapia, que no necesitaban un extranjero”.

Ignacio Prieto niega enérgicamente los cargos: “No sé si los otros lo hicieron. Yo nunca hablé con Álamos. Con Jorge siempre tuve una buena relación. Hablar de eso está de más. Yo niego absolutamente lo que escribió Urrutia. No sé de dónde lo sacó, si se pegó en la cabeza o no. Con Álamos escasamente hablábamos lo que tenía que hacer en el caso de que tuviera que jugar. No me corresponde. Para el 74 no me nominaron y me quedé callado. Para mí era un placer jugar con Jorge Toro. Y tampoco creo que lo hayan hecho Yávar ni el Chocolito, a quienes conocí de toda la vida”.

En 2012, Guillermo Yávar, quien en los días del mundial británico pertenecía al Ballet Azul, intentó relativizar un presunto boicot. “Que nos hubiéramos puesto de acuerdo para que Jorge Toro no viniera, no. Sí hubo conversaciones de que con él en el equipo tendríamos menos opciones de jugar, porque actuar en Italia era estar más arriba. Lo esperábamos hasta última hora y después supimos que no vendría”, explicó.

Humberto Cruz, quien integró ambos planteles, afirma: “Esa pregunta habría que hacérsela al técnico, que ya no está. Jorge estaba al lado. En el 62 había sido uno de los mejores, estaba en el extranjero. No lo entendíamos. Éramos casi los mismos. Nunca se lo planteamos a Álamos, porque las decisiones eran suyas. Nunca dio la explicación y el periodismo nunca lo pidió”.

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