Gustavo Quinteros perdió la paciencia. El informe del partido entre la UC y La Calera, ida de los cuartos de final de la Copa Chile, señala que el DT empleó lenguaje grosero y ofensivo contra los árbitros asistentes, al gritarles "no tienen pantalones, cobardes, son un desastre". Una expulsión por la que ha sido castigado con un partido de suspensión. Ayer, el técnico cruzado decidió arriesgarse a un castigo mayor al tirarse con todo contra los jueces: "Hay que hacerlo público: los árbitros mienten".
El domingo, la UC cayó 2-1 ante los cementeros, duelo en el que Francisco Silva sufrió fractura de la tibia y el peroné. Pese a la gravedad de la falta, el árbitro César Deischler solo le mostró amarilla al infractor Matías Laba, aunque luego cambió y expulsó al calerano. La lesión del Gato provocó el enojo del entrenador estudiantil, que ya estaba molesto porque Larrondo no había sido expulsado tras propinarle un codazo a Huerta. Fue ahí cuando le reclamó a los asistentes, aunque, según él, no en los términos que sostiene el informe.
Debido a sus protestas, el juez central del encuentro también lo expulsó. El documento elaborado por Deischler establece que Gustavo Quinteros fue expulsado "por emplear un lenguaje grosero y ofensivo", saliendo de su área técnica aclamando de forma airada encarando al árbitro asistente y el cuarto árbitro. Y añade: "diciendo textual 'no tienen pantalones, cobardes, son un desastre'".
Quinteros lo desmintió de forma tajante. "Jamás en mi vida digo 'no tienen pantalones'. Es algo nuevo para mí escuchar eso. Nunca en mi vida, desde que soy chico. Habré dicho alguna vez 'no tienen huevos', 'no tienen personalidad', pero 'no tienen pantalones' es un invento. Desde ya, es un invento. Eso alguien lo inventó. Aparte están las cámaras del lado mío", replicó.
"A mí lo que me produce esto es bronca, impotencia, porque nosotros no tenemos defensa. La defensa que tengo es lo que escucharon ustedes. Yo creo que todo el mundo escuchó lo que yo le dije, con todo respeto, en un momento en que yo veía que mi jugador estaba fracturado, porque me di cuenta desde el primer momento. ¿Y cómo puede ser que un árbitro no se dé cuenta? ¿Que un línea y un cuarto no se den cuenta? Y el árbitro estaba a dos o tres metros. Entonces, tras el codazo de Larrondo, si hubiese parado ahí esa agresión con una roja, tal vez hubiésemos evitado la lesión de Silva (...) Y después la expulsión mía, que no entiendo, porque eso de los pantalones es mentira. Ya lo digo públicamente: mintieron, porque esas no son palabras mías. Si hubiese puesto en el informe 'no tienen huevos', puede ser que sea mío, pero lo de los pantalones no, es mentira. Hay que hacerlo público. Los árbitros mienten. Están mintiendo en el informe con lo que pasó conmigo", disparó el argentino nacionalizado boliviano, para quien es grave la falta de literalidad del informe, en relación a la airada protesta contra los jueces, que sí reconoció.
Lo que no ven
"En ningún momento insulté al árbitro, en ningún momento le falté el respeto. Sí le hablé fuerte al línea y al cuarto. Está bien, al árbitro se le puede haber pasado el codazo de Larrondo a Huerta, pero está el cuarto árbitro, está el línea, que lo tienen que ayudar. No se le pudo haber pasado nunca el foul y la lesión de Silva, porque en las dos situaciones sacó amarilla, o sea, es algo muy importante que no ven. Una falla técnica importantísima. Yo me di cuenta y vi, a 50 o 60 metros, que había sido una falta de lesión grave. Escuché el ruido también. Entonces imagínate cómo pude haber reaccionado. Se lo dije como soy yo: con mucho respeto, pero hablándole fuerte, digamos. Pero eso de 'no tienen pantalones' es un invento terrible", concluyó el adiestrador.
Las declaraciones de Quinteros llegaron a oídos de la ANFP, específicamente, a la Comisión de Árbitros que preside Enrique Osses. En dicho estamento evalúan denunciar al técnico por sus declaraciones, que arriesga una sanción ejemplar. Cuando Julio Barroso cargó contra las decisiones arbitrales ("los torneos se ganan, no se compran", dijo entre otras cosas en 2014), se le aplicó un castigo de ocho fechas, luego rebajadas a seis. Jorge Valdivia, que también cargó contra los árbitros, en 2017 ("mi amarilla fue una estupidez"), sin embargo fue absuelto.
Si Quinteros fuera expedientado, en Cruzados lo defenderán. El club, que presentó un reclamo formal a la ANFP por el arbitraje de Deischler, asegura que hay pruebas y testigos que demuestran que Quinteros dice la verdad.