El primer minuto del duelo entre Colo Colo y La Calera fue uno de los más polémicos de la actual versión de la Copa Chile. Un autogol no cobrado y en el contragolpe, los albos abren la cuenta y comienzan a cimentar su goleada.
“Lo vi. El línea está lejos y por eso no lo ve y con el cuerpo del arquero (De Paul) no alcanza a ver que la pelota había entrado, pero fue gol”, sentencia el técnico de los albos, Gustavo Quinteros. Pero ya no servía de nada. Ni el asistente ni el árbitro Víctor Abarzúa lo validan y el Cacique avanza a la semifinal de la zona centro-norte, donde enfrentará a Palestino, con una goleada de proporciones.
La misma que le provocó sentimientos encontrados al adiestrador argentino, ya que, hubiese preferido haberlos hecho en el duelo que empataron con Deportivo Pereira y los sacó de la Libertadores. “La sensación me da pena, porque ninguno de estos seis goles lo pudimos convertir en la Copa... Aún me duele... Hoy hicimos todos los goles en un partido y me da alegría, pero pienso que pudimos hacerlo en el partido anterior”, sostiene el estratega.
Luego añade que “después de ganar siempre obtienes confianza. Pero nosotros sabemos que nos duele todavía la Copa Libertadores y por ahí jugando la Copa Sudamericana podemos tener más posibilidades y ojalá podamos tener más efectividad, como la obtuvimos hoy”.
Por su parte, la gran figura del encuentro -Carlos Palacios- asevera que “hicimos un gran partido y se notó la dinámica y el trabajo de la semana con el cambio de esquema. Estoy contento por haber convertido, pero me pone más feliz haberle dado una alegría a toda la gente que está atrás de uno, a mis compañeros y a los hinchas, que creo que se la debíamos”.
Luego revela -en TNT Sports- que “me sentí cómodo por la banda. El profesor me dio la confianza y mis compañeros también y eso te da un plus. Después hay que seguir trabajando, porque esto es trabajo y sacrificio para poder seguir mejorando día a día y me falta mucho por mejorar”.
Por último, el hombre que marcó tres tantos de los seis de su equipo concluye que “venía sin rodaje, no venía jugando y me costó al principio. Pero cerrando el primer semestre, cerré un clico y ahora comienza otro. Y lo empecé así, con mucha alegría”.