Sin duda que Francia vive un momento muy amargo tras perder la definición a penales ante Argentina, pero hay dos jugadores que lo está pasando peor que el resto. Se trata de Kingsley Coman y de Aurelien Tchouaméni, quien fallaron sus lanzamientos en la tanda.

Ambos futbolistas no solo debieron cargar con la penal de fallar en lo deportivo, sino que también fueron víctimas de la furia de los hinchas franceses, quienes los llenaron en sus redes sociales de insultos racistas por su desempeño en la definición, donde Emiliano Martínez le contuvo el penal al primero, mientras que el lanzamiento del mediocampista del Real Madrid terminó desviado.

“Eres africano, no francés, amigo. ¡Fuera del equipo!”, fue uno de los insultos que recibió Coman en una de sus publicaciones en Instagram. Ofensas de este tipo también las recibió Tchouaméni. En ambos casos, también hubo palabras de aliento de los propios seguidores, quienes les pidieron no consideraran estos epítetos y levantaran la cabeza.

Sin ir más lejos, el Bayern Múnich, club donde milita el delantero salió en su defensa. “El Bayern condena enérgicamente los ataques racistas contra Kingsley Coman. La familia del Bayern está a tu lado, querido Kingsley”, escribió el cuadro bávaro en su cuenta de Twitter, donde agregó que “el racismo no tiene cabida en el deporte ni en nuestra sociedad”.

Lo llamativo es que hasta ahora la Federación Francesa de Fútbol no ha salido a condenar el hecho que afecta a dos de sus principales jugadores.

Coman ingresó en el segundo tiempo y jugó un papel clave en el empate de Francia, al final de la segunda parte del tiempo reglamentario. Fue él quien le robó el balón a Messi e inició la jugada que acabó con el gol de Mbappé, el segundo del francés en el partido. Con su presencia en la cancha, Les Bleus mostraron su mejor cara, en un partido en el que hasta el minuto 79 no se veía por dónde pudiesen descontar.

Tchouaméni volvió a ser víctima de actitudes racista. En junio pasado, cuando todavía jugaba para el Monaco, el volante recibió insultos en la cancha, luego de anotarle al Sparta Praga en la fase previa de la Champions League. Fue tal el nivel de agresión de los hinchas checos que sus compañeros se dirigieron hacia el árbitro para que hiciera algo. El juez amenazó con suspender el duelo si los cánticos no se cesaban, medida que finalmente surtió efecto y el duelo continuó.

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