La investigación contra Radja Nainggolan sigue en curso, pero el futbolista sale de la cárcel. Luego de la detención de este lunes, por su eventual participación en una red de tráfico de cocaína desde Sudamérica al puerto de Amberes, Bélgica, al jugador se le decretó libertad condicional. Los otros sospechosos son acusados de cargos de “importación, transporte y venta de estupefacientes sin autorización”, y de “participación en una organización criminal en calidad de dirigentes”. El volante, en cambio, logró eludir de prisión por ser considerado “miembro” y no “dirigente” de la banda criminal.
Los representantes legales del mediocampista, Mounir y Omar Souidi, precisaron que el deportista no respondió consultas referentes a movimiento de droga. “Se trata de dinero que dio a personas a las que quería ayudar económicamente porque es un hombre jovial. Ahora debemos determinar si estas personas utilizaron este dinero ilegalmente”, puntualizaron los abogados.
“Quizás fue ingenuo, pero nunca tuvo la intención de ayudar a personas de cierto origen. No ha sido nada agradable. No tiene nada que reprocharse en este caso, no ha cometido ningún delito, por lo que puede andar tranquilo con la cabeza bien alta”, añadieron. “Mi cliente es un futbolista, no un delincuente y niega formalmente su participación en el narcotráfico”, enfatizan.
El profesional también detalló el momento de la detención de Nainggolan. “El hecho de que mi cliente tenga que responder a algunas preguntas no significa que tenga algo que ver con todo esto. Él no estaba en casa cuando llegaron los oficiales. Estaba con su pareja. Pero se ofreció voluntariamente a la primera solicitud. Como se puede imaginar, un interrogatorio como ése, que dura horas, causa una enorme impresión en un tipo como mi cliente. Obviamente, esta no es una actividad agradable. Es una persona que también sabe que ha aparecido en algunos medios en un caso así, pero esto obviamente es completamente nuevo para mi cliente”, comentó.
En total fueron 18 sospechosos los detenidos al término de una serie de 30 registros llevados a cabo este lunes en Amberes y Bruselas. 10 individuos pasaron a prisión después de su comparecencia ante el juez. Durante las pesquisas, la policía local incautó 2,7 kg de cocaína, 14 vehículos, joyas, relojes de lujo, dos chalecos antibalas y tres armas de fuego, dinero en efectivo y monedas de oro equivalentes a 500 mil euros.
